Mi televisión y otros animales

¿En que se parecen un psicópata y el rey?

¡No contesten! Si no quieren que acabemos siendo compañeros de celda, no contesten. Porque la respuesta que yo propongo es tan inocente como que ambos personajes son los favoritos para las tv movies y miniseries españolas.

Este martes, Telecinco estrenó La ira, como miniserie, no como reacción al humor de Sé lo que hicisteis y a mí me gustó. Lo remarco así, porque debí ser de los pocos. Aunque cabrea un poco el final, cuando te das cuenta de que todo lo que te han contado puede ser mentira. Pero, oye, es la cadena que es, deberíamos haberlo visto venir. De hecho, sí: se veía venir.

La factura del producto es correcta: producción, actores, guión... Alguna costura sí que se ve, pero el formato no deja de ser a la producción audiovisual lo que el Lefties a la moda, así que tampoco nos pongamos exquisitos. Cuando veamos el segundo capítulo, estaremos en condiciones de juzgar si dos episodios es un exceso de equipaje como parece o si el juego a lo Rashomon lo merece.

La ira

 Es duro ser espectador de televisión

Ahora la queja: ¿es que la televisión sólo puede hacer películas sobre famosos o hechos luctuosos? ¿O sobre famosos en hechos luctuosos? ¿O sobre famosos hechos luctuosos? ¿Luctuosos famosos hechos, es algo que tenga sentido? ¿Harán una película al respecto?

Si se gastan un dinero en recrear algún año del siglo pasado, ¿por qué no ser un poquito más ambicioso que copiar (mal) una secuencia de alguna película de Marisol? Por algún motivo, además, alguien ha decidido que la etiqueta "inspirado en hechos reales" es más cool que "basado en la novela de". Seguramente ese alguien fuera del departamento de contabilidad de alguna empresa del sector.

Me da rabia porque este verano he estado viendo las adaptaciones que ha hecho la tele británica de algunas novelas de Terry Pratchett. Tampoco es que éstas sean brillantes; el punto es que los guiris recrean Mundodisco y aquí tenemos que estar impresionados porque un decorador ha hecho que un estudio se parezca a la Zarzuela, ese palacio que por lo menos yo, no sé cómo es.

No hace falta llegar a los delirios de Pratchett, de acuerdo, pero les diré dos palabras: "Eduardo" y "Mendoza". O, menos específicas: "leed" y "libros".

Otra parte del problema, es, como siempre, estructural. No hay industria para hacer tantas películas para televisión sin que cada una de ellas tenga que un acontecimiento. Tampoco hay presupuestos o valor empresarial como para que sean verdaderos acontecimientos.

Hay otro problema en esto y es la estrategia de cadena. Los productos que aparecen esporádicamente, no sirven para crear imagen de cadena ni para fidelizar al público, ni por tanto a los anunciantes. Es como cuando Telecinco gana el mes porque se le ha ocurrido poner fútbol. Esos datos no sirven cuando tienes que vender luego los espacios publicitarios de Gran Hermano.

Por mucho que lo de la casa también consista en dar toques a unas pelotas.

PS ¿Alguien es capaz de encontrar el primer episodio de La ira en la web de Telecinco? 

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