Trotamun2

Narco corridos

"Buenas tardes", digo bondadoso, tratando de rebajar la tensión. Silencio por respuesta. Acabo de subir en el coche patrulla, en la parte de atrás. Delante, dos policías con cara de pocos amigos, y menos ganas de hablar, miran al frente. No voy solo, sino que me acompaña mi tío, quien quiso invitarme a un café en Llanes y cuando fue a recoger su automóvil se lo había llevado la grúa. Esos municipales tan sólo nos acompañaban hasta el depósito, molestos por hacernos de taxistas. Cruzamos el pueblo a paso de tortuga, esquivando turistas, y la mirada de los transeúntes delata que se preguntan qué habré hecho. A unos les pongo cara de pena; a otros, les sonrío desafiante. Soy un bad boy.

tigres1

"Prefiero morir matando antes que me hagas cautivo". Los Tigres del Norte podrían haberle puesto letra a mis sensaciones en ese coche. Trajeron sus narco-corridos a Gijón, a un escenario abierto en la playa de Poniente. Una actuación espectacular, en la que supieron meterse al público en el bolsillo accediendo a todas las peticiones y dando tantos bises como pudieron: hasta las 2 de la mañana no les echaron. Sus temas más celebrados, los más anti-gringos: "Somos mas americanos que el hijo del anglosajón". Ya puede venir a arreglarlo Obama con su blanqueamiento dental de Corporación Dermoestética, ya. No le queda nada.

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Entre la concurrencia, la brisa del mar lleva hasta mis glándulas pituitarias el perfume de la chica que tengo delante. Es el mismo que usaba mi primera novia. Olor a ex: me río yo de tu magdalena, Proust, que lo único que ligaste en tu vida fue una bronquitis; como yo en este viaje, que desde que nos pilló el alba en Ribadesella no dejo de toser y moquear.

pepedomingo

De regreso del concierto, me cruzo con media plantilla del Carrusel Deportivo, que están dando una vuelta por los bares de copas: foto de rigor con Pepe Domingo Castaño y su moreno niquelado, que se va a quedar con las ganas de que le miente el purito.

perra

La ciudad de Quini es un hervidero y se hace completamente imposible encontrar sitio en una terracita. Parecen gallineros en los que se agolpan las viejunas mechadas y emperladas a cacarear. Todavía no me he hecho con el ambiente pop del que hace gala esta ciudad. ¿Dónde os escondéis, gafapastas?

acantilado

Cogí el autobús por la mañana en Llanes rumbo a Gijón y me desperté al notar que se paraba. Abro un ojo y leo: Estación de Oviedo. Qué raro. No creo que, dada la rivalidad existente entre ambas ciudades, los xixoneses hayan tenido el fair play de dedicarle su estación al vecino del sur. El pulso se me acelera, vivo las sensaciones del reportero ante el peligro... (de haberse equivocado de autocar). Sencillamente, hace parada en Oviedo y sigue hasta mi destino. La suerte está de mi lado: que dure.

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