Hacía 50 años, desde las últimas misiones estadounidenses y soviéticas, que no teníamos muestras de roca lunar. La misión china Chang'e-5  ha hecho que esa espera termine. El 3 de diciembre del año pasado volvió a la Tierra con 2 kg. de material recogido en la Luna. Ahora los investigadores han presentado los primeros análisis en un artículo publicado en la revista Science.

Cuando en la Luna estallaban volcanes

La luna tuvo volcanes, pero aún no sabíamos hasta cuando estuvieron activos. Las muestras que teníamos eran muy antiguas: eran rocas formadas hace más de 3.000 millones de años.

Los restos de lava que ha traído ahora China demuestran que la lava fluyó hace 2.000 millones de años. ¡Gracias a unos gramos de roca hemos recuperado 1.000 millones de años del que no sabíamos nada!

La misión de la sonda china consistió en perforar un pozo de 2 metros de profundidad en la región del llamado 'Oceanus Procellarum'. Se eligió para aterrizar esta zona de la Luna porque se esperaba que allí se encontrarían los restos de lava más jóvenes, como se ha confirmado.

Por qué esto nos da pistas sobre la Historia de otros planetas

Para determinar la edad de una superficie planetaria, los astrónomos cuentan los cráteres que tiene: cuanto más densidad de cráteres, más antigua es.

La Luna es el único lugar donde, además de contar cráteres, también tenemos muestras con las que determinar la edad.

Por eso el estudio de rocas lunares permiten 'calibrar la edad' de otros objetos del Sistema Solar.

¿Cómo se mide la 'edad' de una roca?

Para determinar la edad de una muestra tan antigua, los científicos han medido la proporción de isótopos de plomo.

La idea es muy parecida al famosa técnica del 'carbono-14'.

Los átomos de un elemento están definidos por el número de protones, pero el número de neutrones puede variar según pasa el tiempo. Comparando el número de átomos que tienen una variedad u otra en el número de neutrones, se puede determinar la edad de la muestra.