Sobre el mito del amor romántico

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El patriarcado es la estructura que genera la desigualdad que existe entre personas en función de su sexo. Este sistema se sirve de una serie de elementos para ello, siendo el género la herramienta más importante de todas. Herramienta que sirve para educar a unas y otros de forma diferenciada. Al final, esto construye una escalerita de dos peldaños: mujeres abajo y hombres arriba.

Pero el sistema patriarcal tiene más elementos que el género, que nos subyuga, nos paraliza, nos deja sin voz, nos coacciona, nos quita oportunidades y libertades, etc. Este pretende ser el primero de varios artículos, donde vayamos desgranando todas esas herramientas que usa el sistema para hacer de las niñas y mujeres, como diría Beauvoir, el segundo sexo.

El mito del amor romántico es un conjunto de creencias (y muchas expectativas) extremadamente idealizadas sobre el amor y las relaciones sentimentales. Está profundamente enraizado en la cultura, y lo encontramos en cualquier tipo de contenido: desde obras de teatro hasta telenovelas, pasando por canciones de pop, óperas, refranes populares, clásicos de la literatura... Estos contenidos, que reproducen dicho mito con más éxito casi que el mismo cristianismo, recorren la vida de niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultas y adultos, educándolos en una concepción del amor falsa y perjudicial, sobre todo, para nosotras.

¿Por qué es perjudicial para las mujeres? Porque incluyen elementos que luego van a generar violencia contra nosotras. Por ejemplo:

El flechazo: esta idea de que el amor verdadero ocurre de forma instantánea, y tú lo percibes con una sola mirada, el "amor a primera vista", fomenta que las mujeres tiendan a "perdonar" o dejar pasar muchas banderas rojas que van a encontrarse. ¿Cómo voy a darle importancia a que este hombre me está incomodando profundamente por algo cuando, claramente, es el amor de mi vida? Yo misma lo sentí nada más conocerlo y mirarlo a los ojos. Si me está haciendo sentir mal por algo, son cosas que pasan y no existe la pareja perfecta. Punto.

El alma gemela: De esta noción tóxica de que hay solo una persona que es tu "alma gemela" o "media naranja", se nutren de hecho los narcisistas. Performan lo que se llama "almagemelización" (aquí tienes una guía para detectar y protegerte de este tipo de cosas). Esto consiste en aprovechar que las mujeres creemos a pies juntillas y con más intensidad en el mito del amor romántico para convencerte de que él es tu alma gemela, lo cual fortalecerá el vínculo que tienes con él. Al final, la necesidad primera de un narcisista es tenerte atada a sí mismo, a su ego, que le sirvas a modo de espejo que -como decía Virginia Woolf- aumente su tamaño real.

Los fuegos artificiales: exactamente así lo llaman en una película que me marcó siendo una adolescente, llamada ¿Conoces a Joe Black?, aunque no solo allí. Es sólo otra película más donde te presentan que el amor es una experiencia tan intensa y apasionada que te marea, que no entiende de lógica alguna, de hecho no entiende ni de amor propio, solo amor por el otro. El otro, en ¿Conoces a Joe Black?, es literalmente la muerte en el cuerpo de Brad Pitt. La muerte quiere probar a ser humana, y se encapricha de la protagonista. Su padre la instruye con unas palabras que nunca olvidaré: "Tienes que sentir fuegos artificiales". Esta receta estaba mandando a la prota directamente a los brazos de la muerte, porque ella había sentido esos fuegos al ver a Brad Pitt. Claro, es lo que pasa cuando se confunde excitación con amor eterno. Pues bien, esta es una película romántica, no de terror.

Mujer completa: otra creencia muy poderosa es la de que si no encuentras a una pareja con la que vivir una eterna luna de miel, estás viviendo una vida de mierda. Hablando mal y pronto. De hecho, esta premisa parte de la idea de que más vale que vivas con un hombre (nada de mujeres, por supuesto, de la "heterosexualidad obligatoria" hablaremos en otro artículo de esta serie) que te hace la vida imposible a vivir sola. Porque al hombre aún puedes educarlo tú en la decencia, pero si estás sola no tienes ninguna oportunidad de ser completada. Y si encima no has tenido criaturas, yo ya no sé qué estás haciendo con tu vida muchacha. ¿Qué haces? Imagino que llorar todo el día.

Cambiar a Bestia por el príncipe azul. De esto hay muchas películas, series, libros, etc. La más impactante, por ser animada y recomendada para niñas y niños, es la que lleva justo al maltratador en el nombre: La Bella y la Bestia.

Aquí, el mito del amor romántico te dice claramente: "Mira, muchacha, no expurgues mucho entre los hombres porque eso, además de que te da fama de putón, te hace olvidar que el tiempo pasa muy deprisa y te vas a acabar viendo sola, que es el equivalente a la muerte. Mejor malo conocido que bueno por conocer". Entonces, es otra forma de atarte a una relación donde no eres feliz, o donde estás siendo maltratada de una u otra forma". Como fue maltratada Bella por Bestia que, de hecho, empezó su calvario con un nada sutil secuestro pero se sigue vendiendo como una historia de amor que ríete tú de Romeo y Julieta (que también tela).

Este mandato del "aguanta" se sustenta en la idea de que las mujeres tenemos la capacidad de volver buenos a los hombres que no lo son, con la sola fuerza de nuestro amor. Como un mando a distancia en el que, si sabes pulsar los botones correctos, él empieza a funcionar como tú mereces. Luego, cuando tienes ya boda, casa, vida y criaturas, te dirán que sigas aguantando, pero por las criaturas, no por ti, para entonces ya te has dado cuenta de que el control remoto nunca existió.

Está muy ejemplificado este elemento del mito del amor romántico por Bella, que es el ideal de mujer en este caso: bella por fuera y por dentro, tiene paciencia, tiene empatía, no es rencorosa, lo mismo te perdona un secuestro que la amenaza de matarte de hambre, vamos, una pedazo de mujer como ya quedan poquitas. Además, Bella tiene la capacidad de ver el diamante en el barro, y pulirlo con su amor. Porque, al final, todos los hombres son diamantes que tú puedes pulir, mujer. Si no acabas de sacarle el brillo nunca a tu pareja, es porque tú lo estás haciendo mal, en ningún caso ellos son el problema.

El elemento de "cambiar a Bestia" es muy importante dentro del mito del amor romántico, porque aquí es donde se encuentran estancadas en estos momentos millones de mujeres alrededor del mundo. Están en relaciones abusivas, dándole vueltas a qué botones son los que deben pulsar para que Bestia cambie. Y Bestia no va a cambiar.

Convertirse en un solo ser: el mito del amor romántico te dice que hombre y mujer deben compartir todo, hasta las claves de Instagram. Por lo que sea, al final lo más habitual es que él tenga las claves de ella pero no a la inversa. En este fundirse, la que acaba sin identidad propia es la mujer, que se adhiere a los gustos y personalidad de él. Amiga, date cuenta, tus amigas te echan de menos.

Este mito genera unas expectativas en hombres y mujeres que generan violencia también por otro motivo: ellos esperan que tú seas Bella. Cuando no eres bella, los frustras, los deprimes, les das ganas de corregirte como sea. Porque tú has estado mirando a Bella y cómo ella lo consiguió, pero mientras ellos han estado mirándose en Bestia. Y han comprobado que secuestrar, empujar, amenazar y hacer daño es algo que hay que hacer a veces para mostrar su frustración, para educarte. Desde niños están viendo que comportarse como un maltratador y un abusador, tiene un final feliz. ¡Y encima desfogan todas sus mierdas en el proceso! Es que no tiene parte mala este plan, si lo piensas. No tiene parte mala para ellos, quiero decir.

El mito del amor romántico genera expectativas en todas y todos, pero la violencia solo va en una dirección. Promueve una visión idealizada de lo que deben ser las relaciones, y además es el único modelo a seguir. No hay más modelos que este en la cultura si hablamos de relaciones amorosas, apenas comienzan a nacer ahora como pequeñas setas contenidos feministas que muestran otra realidad, otra forma de amar, de comportarse, de respetar, de vivir. Porque hay otra forma de vivir. Los contenidos hechos por mujeres feministas contrarrestan el fuerte desequilibrio de poder que existe en la sociedad y que se perpetúa a través de la cultura patriarcal que impera.

Consumamos y exijamos contenidos feministas. Prioricemos a las mujeres que narran historias que se salen del marco trillado del sistema. La Bella y la Bestia es ideología, es política, pero el qué consumimos y cómo lo consumimos, también.