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Convergencia TV

VIDA 3.0 // JUAN VARELA

* Autor del blog Periodistas21.com

Todo es televisión. En la tele, en Internet, en los móviles. Cadenas nacionales, autonómicas, locales, temáticas, vídeo en Internet. Televisión privada, pública, programas profesionales y productoras grandes y pequeñas, vídeos de usuarios y de aficionados. El big bang de la televisión y la imagen lo ha llenado todo en muy pocos años. La aparición de YouTube inauguró la era del vídeo en Internet, participativo y omnipresente. La frontera del apagón analógico con la conversión a la TDT espera en 2010 a los beneficiados por la reforma televisiva de 2005, cuando el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero acabó con el statu quo de la televisión con nuevas cadenas privadas, la reforma de la televisión estatal y el reparto de licencias autonómicas y municipales. Ahora que la televisión es omnipresente y la convergencia con los móviles e Internet que vuelve a abrir aquello que se llamó el melón televisivo. Esta vez para que los dueños de la tele recuperen el control.

Después de tanta exuberancia las grandes televisiones se lanzan a aumentar su audiencia y su dominio a través de cualquier pantalla. Han aceptado las leyes de la convergencia y en lugar de perseguir a sus fans se dedican a fortalecerse y hacer negocio en Internet. Nada de caer en el error de la música. Si los periódicos buscan desesperados su momento iTunes, la fórmula que les permita volver a cobrar por sus contenidos en la web, las televisiones saben que la publicidad irá con ellas a todas las pantallas y que también se puede expandir la televisión de pago en la Red.

Hulu es la gran apuesta de las grandes cadenas norteamericanas para organizar el caos del vídeo en Internet y ofrecer sus programas en una buena plataforma donde publicidad  y televidentes estén cómodos. Ahora los gigantes del cable quieren expandir su negocio con vídeo bajo demanda en Internet y móviles para sus suscriptores: una sola suscripción para acceder al contenido con varias pantallas. Y YouTube empieza a comercializar descargas.

RTVE, Telecinco, Antena 3 o La Sexta relanzan sus portales y contenidos en Internet para ser líderes de la convergencia y ya sirven millones de vídeos sobre todo a los televidentes más jóvenes e intensivos, muy apetitosos para una publicidad que se encoge con la crisis.

En España la televisión lo llenó todo. Muchos se lanzaron a la carrera de abrir nuevos canales. Pero ahora llega el momento de reordenarse. El gobierno ha abierto la puerta con una reforma para permitir mayor concentración: un mismo accionista puede tener el 25% de varias cadenas si no superan el 27% de audiencia. Un tranquilizante para la televisión privada mientras el telestado del bienestar se mantiene con la generosa saturación de televisión estatal y autonómica.

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