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El Jesús folclórico

MIGUEL ÁNGEL SABADELL // CIENCIA DE PEGA

Según mis informaciones, Jesús de Nazaret se embarcó en una apasionante gira por el Mediterráneo y parte de Oriente. Y durante su estancia en la Roma del emperador Tiberio escuchó a los más insignes filósofos de la época y, siempre de incógnito, adelantó parte de su mensaje". Este fue el viaje secreto que inició Jesús de Nazaret cuando contaba exactamente 21 años. Recorrió el Mediterráneo entre el 21 y el 25 a. de C. Al menos, así dicen las misteriosas informaciones de Juan José Benítez que, como es habitual, nunca identifica.

No hay nada más fascinante que ver cómo se diluye la poca validez histórica del Nuevo Testamento cuando el Jesús folclórico llega a los estantes de las librerías, los quioscos y las televisiones. Aquí ya no es que se disfrace la teología como historia, es que se viste la fantasía como si fuera investigación. Ya se sabe: la imaginación es libre y el papel aguanta lo que escribas.

Esto es lo que sucede con el Jesús de la serie Caballo de Troya y Planeta encantado de J. J. Benítez. Es un personaje muy al gusto del autor, incansable defensor de las visitas de seres extraterrestres a nuestro planeta. Así, la estrella de Belén fue un ovni –que sea un relato mitológico utilizado por Mateo para justificar el título de Mesías es irrelevante para este escritor–. De ahí a la inseminación artificial para explicar la historia de la concepción virginal hay un paso... que ya ha dado. Pero lo más interesante son las misteriosas fuentes documentales que Benítez dice manejar: Herodes asesinó a exactamente 16 infantes, Jesús no se perdió en el templo sino que pasó tres días en casa de su amigo Lázaro... Y lo mejor de todo: cuentan que un joven Jesús se sentó en el Coliseo para ver los juegos.

Sólo un insignificante detalle se escabulle a través del tamiz de su memoria: el Coliseo se acabó de construir en el año 80 d. C. El empeño en hablar de "mis fuentes", que sólo él conoce y que no pone a disposición de nadie, es evidencia de que se lo ha inventado todo. Pero lo realmente misterioso de todo esto es qué oscuros procesos mentales lleva a la gente a creer tales tonterías.

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