Laura Fernández (@EnDeconstruxion) es "una chica blanca normal y corriente" que ha decidido publicar una serie de artículos en los que narra su proceso de deconstrucción blanca. "De la autocrítica comienza el verdadero aprendizaje, ¡empecemos el viaje!".
Visto lo visto: artículo de muestra sobre cómo el ego nos ciega y dolemos. Aún queda mucho camino para acercarnos a nuestra blanquitud y entenderla. Y un trocito más para dejar de violentar. Pero aquí estamos, ready or not, allá voy.
Ya hablé en el anterior artículo de que nunca se deja de ser racista y hubo gente que ya me preguntó. Hoy ahondaré en esa idea y en la de que todo el mundo es racista y, obviamente, todo tiene matices. De momento esto parece contradictorio con el discurso que delineo, pero para este viaje recomiendo aprender de la paciencia: hay cosas que solo se entienden con otras que pasan más adelante. Y si hay alguien impaciente por naturaleza le recomiendo que empiece a buscar más fuentes de escucha.
La escucha, ¡qué importante! Apunte: la escucha activa requiere silencio. Callarnos y escuchar. La parte de callarse es importante para escuchar. Perdón por la redundancia, pero parece necesaria, teniendo en cuenta que lo que suele hacer un privilegio es que tu voz suene más alta (¡encima!). Como dijo Spiderman: un privilegio conlleva una responsabilidad... ¿No era así? 🙂
Hoy abordaré las ideas presentadas con anterioridad y alguna más (las connotaciones necesarias en otros artículos, ¡atenta!) con la ayuda de Fanon, Frantz Fanon. Gran referente. Espero de corazón que a partir de ahora para ustedes también. Fanon fue un eminente psiquiatra. Vivió "el final" de la colonia francesa y "el principio" de la (supuesta) independencia de Argelia. Fue un luchador incansable y junto con su pareja y camarada, combatieron toda su vida por la libertad real de África y en contra del racismo.
Hace poco tuve la gran suerte de ver un descubridor documental sobre Fanon de Hassane Mezin en el festival Afroconciencia en el Matadero de Madrid. Festival anual que recomiendo encarecidamente. Este maravilloso y bien pensando documental me permitió conocer al hombre que Fanon no escondía detrás de su faceta política y activista y desmitificar la parte que a veces imponemos a nuestros ídolos y referentes. Él escribió varios libros, que ahora tenéis de deberes (si, como a mí me pasó, queréis entender todo mejor). Podríais empezar por ´Piel negra, máscaras blancas´.
Fanon concibió una teoría sobre el racismo a partir de sus estudios y vivencias. Modeló un esquema del racismo estructural que se sigue utilizando en la academia y la lucha antirracista.
Como pequeño y muy simplificado resumen de parte de su pensamiento, con algunas referencias que ayudan a entenderlo mejor:
Fanon explica cómo la estructura social del racismo fue fundada desde la invención de las "razas" y su jerarquización por "poder" y "color" por el mestizaje que se dio desde la colonización.
A partir de ello se generó (generamos) una deshumanización que es multifactor y que básicamente llega hasta nuestros días y por la cual, la norma es la invención de "lo blanco" y de lo que se huye; por el contrario, lo que se deshumaniza se va acercando, cuanto más, peor socialmente, a la invención de "lo negro".
Su esquema fue este:
Según teorías descoloniales, en este proceso el catolicismo tuvo mucho que aportar en lo antagónico que hemos heredado: lo blanco y lo negro, el bien y el mal, lo diestro y lo siniestro, el norte y el sur, el desarrollo y el subdesarrollo... Todo visto desde la lógica colonial y neocolonial (que no postcolonial).
Muchos autores, como Ramón Gosfoguel en su artículo ´El concepto de «racismo» en Michel Foucault y Frantz Fanon: ¿teorizar desde la zona del ser o desde la zona del no-ser?´, han ido repasando y profundizando en algunos rasgos de esta teoría y añadiendo algunas connotaciones importantes que actualizan algunos aspectos de la misma según nos acercamos al presente.
Lo que sigo recalcando y es importante, son los matices que ciegan, que son pequeños desde arriba (el privilegio) pero pesan mucho desde abajo. La responsabilidad debería repetirnos en la cabeza que hay que luchar teniendo en cuenta esto:
El 11 de Noviembre, por ejemplo, la manifestación contra el racismo institucional será la puesta en marcha de muchas horas pensando, de muchas reuniones, de muchas luchas internas, ..., de muchas violencias que se ejercen en espacios no seguros, porque, encima de que nos invitan a participar en su lucha, cuando somos el problema, somos el opresor, les decimos cómo deben hacerla, les decimos cómo no deben hacerla, cómo deben cuidarnos mejor "encima de que les apoyamos"...
Primero, este problemilla (problemilla desde el privilegio) viene de largo. Me explico: hasta ahora y desde el colonialismo (que ya lo entendemos mejor, el proceso y cómo afecta al ahora, ¡gracias Fanon!) hemos estado liderando una lucha que no era y no es nuestra. Nos hemos criado en un sistema que nos llama y nos construye para ser salvadores de personas que nos han pintado de tal manera que vemos y reproducimos desde la deshumanización de la que habla Fanon.
Entiendo que algo que llevas muchos años haciendo es difícil de cambiar, ya no individual, si no socialmente, vale, pero no es excusa, escucha. Entiendo que no se sabe cómo ni por dónde empezar, vale, pero para eso estamos aquí, escucha... Entiendo que "duele" ser la persona que oprime, pero precisamente por eso, escuchemos. Que nosotros dolemos más (no lo olvides).
Segundo, hay todo un sistema que legitima todo lo que hacemos desde el privilegio y deshumaniza a las personas racializadas, migrantes o no. Tú no has creado el sistema, pero formas parte de él y por lo tanto lo reproduces y, en este caso, te beneficias de él a costa del privilegio y de la opresión.
Estructuralmente todo el mundo, de momento, vamos a seguir reproduciendo en cierto modo el sistema. Si lo quieres cambiar: activismo y lucha. Pero si no tienes el privilegio de poder luchar, por lo que sea, puedes practicar tu responsabilidad en el racismo cotidiano, que es más sencillo e individual, por lo que solo depende de ti cambiarlo. De ahí que en el aspecto estructural, por el momento, todo el mundo sea racista y nunca se deje de serlo.
Yo, desde el privilegio, te puedo dar algunas pautas. Mira tu vocabulario (la forma de hablar crea tu realidad) y tu forma de actuar, mira el tema de la apropiación cultural, forma tu idea y actúa en consecuencia como creas conveniente, edúcate cada día, lee referentes racializadas antirracistas, de/descoloniales, etc. Pero recuerda no preguntar por tu camino, recuerda que dueles a cada paso, en cada espacio, en cada pensamiento...
Algunos consejos más:
Cosas que no preguntar. Haciendo especial mención al "¿De dónde eres?". Dime por qué a mí nunca me lo han preguntado. Lo que estás preguntando es: "¿Por qué tienes esos fenotipos (acento, color, facciones, etc.) que casualmente no concuerdan con mi idea de una persona ciudadana ‘de aquí’"... Mejor cállate, es un consejo.
Otro consejo muy importante: no exotizar sin tener en cuenta la carga. Y me explico: "menudo pelo tan bonito/menuda piel tan bonita/menudo tipo de cuerpo tan guay...", normalmente va seguido de un: "cómo me gustaría tenerlo"... Bien, eso es bastante violento, primero por exotizar, lo que deshumaniza y segundo por no tener en cuenta la carga que lleva. Tú lo único que quieres es "el flow" de una persona negra, por ejemplo, que se impone por estereotipos, pero seguro que no quieres las paradas racistas que van agregadas a ese flow. Entre otras cosas... ¡Ten cuidado!
Y por supuesto, no hagas blackface ni nada parecido... Mira el vídeo e intenta entender lo que significa.
El 11N lucha, detrás, aprende, atiende y entiende, y si te dicen algo, escucha. Si te dicen ve, anda, si te dicen vete, sal. No es muy difícil.
Para entender por qué se lucha: lee el manifiesto de la manifestación antirracista del 11N. Paula Guerra, presidenta de SOS y Moha Gerehou nos cuentan más sobre la manifestación, la lucha, y muchas otras cosas para amenizar la escucha activa con dos de los mejores comunicadores que conozco.
Por cierto, al igual que todas las personas que son vulnerabilizadas por las realidades que les cruzan, algunas podrán hablarte despacio y tranquilamente, pues habrán hecho un largo proceso para llegar al nivel de poder no generar un rechazo a aquello (probablemente no tú, sino lo abstracto que representas) que no le deja vivir tranquila, pero otras no han llegado a ese nivel aún. Si quieres mi consejo: aprende a entender y escuchar, que no viene desde el odio a tu ego, sino que es algo orgánico que viene desde la rabia, el dolor y, según yo pienso, seguro que alguna vez me lo he merecido.
*Recordatorio y link a mi anterior artículo, a pesar de que la persona te hable, e independientemente de su proceso, es violento tener que explicar tu realidad y más a alguien que representa tu opresión y nadie tiene porqué hacerlo.
Por cierto, a la pregunta: "¿tengo que pedir perdón por ser blanca?"
A ver, pagar y reparar, sin duda. Creo que la blanquitud que nos envuelve en sí misma ya duele. Está perfecto que tú te conozcas y sepas que estás en proceso de deconstrucción y aprendizaje, pero una persona por la calle, o en cualquier espacio (que los dominamos todos, para siguientes artículos Aníbal Quijano y Rita Segato lo explican muy bien) no lo va a saber. Lo siento mucho (#sorrynotsorry) pero sí, eres potencial agresor/a en cuanto que tienes un privilegio. Responsabilicémonos (el artículo enlazado profundiza mucho y muy bien la temática de mi artículo).
Y sí, yo también soy blanca española y todas esas cosas que se dicen para presentarnos desde nuestras existencias, a nadie le importa, a mí no me duele que me digan que dolemos, que la lucha y el activismo blanco europeo duele. No solo no me duele, estoy completamente de acuerdo con ello. Me miro, me señalo, me repienso y si realmente queremos aportar, en serio, ya sabes: a escuchar, callar, repensar y dejar de lado el ego.
Si precisamente la gente que más quiere apoyar (supuestamente) desde la llamada izquierda blanca, ONGs, etcétera, somos las que no nos hacemos un repaso... A veces el enemigo más doloroso no tiene cara de Bolsonaro o de Trump, sino quizá de un potencial aliado que duele igual o más porque no se quiere mirar y a Bolsonaro se le ve venir... A la izquierda blanca, no.
Otro inciso: el racismo a los blancos no existe, y si no lo has entendido es que no te has leído a Fanon aún. De forma similar a cuando hablamos de género, la violencia de género solo afecta a las mujeres (lo contrario es solo violencia, pero no es por el género) es precisamente porque existe un sistema, una estructura social, unos poderes y privilegios abstractos (o sea, no se ven) que hacen que las personas con privilegios tengan cierta impunidad, tengan a todo el sistema jugando a su favor. Y esto es mundial y no, no hay excepciones.
Comentarios
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