Posibilidad de un nido

Ya no existe la palabra Guerra

Ya no existe la palabra Guerra
Donetsk (Ucrania), 02/02/2022.- Un militar ucraniano consulta su teléfono móvil en el frente.-EFE/EPA/STANISLAV KOZLIUK

Se nos está deshaciendo la realidad entre los dedos. Las palabras van perdiendo imperceptible e inexorablemente letras que caen a un suelo donde ya no sabemos qué pisamos. ¿Qué pisamos? Leo la palabra Guerra y no sé a qué se refiere. Recuerdo un tiempo en el que gritábamos "No a la guerra" creyendo saber a qué nos referíamos. Sin embargo, esas palabras parecen ahora un animal extraño que ha perdido una erre, una e. ¿Qué es una guerra? Ya no habitamos un mundo donde la palabra Guerra se parezca a sí misma.

Las chavalas y chavales viven en un lugar sin árboles donde uno puede dibujar sus seres y estares con los índices, y la palabra Guerra ofrece un menú de escenarios posibles en pantalla. La sangre parece un extraño concepto del pasado. ¿Qué significa para ellos existir? ¿Cuántas muertes encierra ahora mismo la palabra Guerra y de qué forma y a qué velocidad acaban?

La palabra Guerra, la palabra Ucrania, la palabra OTAN y la palabra Rusia han emergido de pronto para delimitar lo que ya no existe. En el espacio que dibujan como rayas trazadas en un folio, agoniza un mundo que solo recordamos quienes conocimos los contestadores con tecla, las máquinas de escribir, las fundas de casete, las rayas en un folio. Pero nada cruje porque quienes habitan este presente hacia el futuro, quienes no conocieron la Olivetti, tampoco escuchan los informativos radiofónicos ni ven telediarios.

Cabría la muy improbable eventualidad de que un sujeto nacido ya en época de pantallas oyera por casualidad las palabras Guerra, Ucrania, OTAN y Rusia en una misma frase. ¿Sabría interpretarlo? Lo dudo. Lo dudo mucho. Hace nada oí la palabra OTAN y me transportó a mis tiempos universitarios. Me pregunté si se refería a algo realmente existente. Ocurre algo parecido con la palabra Guerra. ¿Qué significa? ¿A qué se refiere más allá de lo que ocurre? Es decir, ¿qué posibilidad no existente retrata?

Tenga o no hijos o hijas, párese e intente explicarles qué es una guerra, aquello que conocíamos como guerra, qué significa esa palabra. ¿Qué les va a contar? ¿Cómo va a describir la idea de Guerra en la Europa actual? ¿Va a usar la palabra Tanque, la palabra Sangre? Se trata de la realidad. El mundo es una realidad, Europa es una realidad, la guerra es una realidad... pero ¿qué realidad?

A quienes nacimos en el siglo XX, se nos está deshaciendo la realidad entre los dedos. No tendría mayor importancia que la propia caducidad si no fuera porque somos quienes construimos la idea de una realidad existente, palabra a palabra, en esos medios de comunicación a los que ya solo nosotras, nosotros prestamos atención; en los foros internacionales cuya existencia resultaría un armatoste incomprensible en cualquier realidad hoy habitada por quienes nada saben de las cintas de vídeo.

Coja un folio. Escriba la palabra Guerra arriba, en horizontal; escriba después la palabra Ucrania abajo, paralela; trace entonces las palabras OTAN y Rusia verticalmente hasta que las cuatro compongan un cuadrado. Dentro queda el hueco que deja nuestra vieja palabra Guerra después de ir perdiendo las letras. Ahora piense con qué llenar ese agujero y elija en la pantalla donde hacerlo.

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