Bajo una impostada apariencia de abanderado de la libertad y la democracia, EEUU lleva décadas moviendo los hilos de la política internacional con el único propósito de beneficiar a sus ansias imperialistas. La expresión más burda de ese proceder son las guerras sucias que ha librado, como las califica la filósofa y activista Angela Y. Davis en el prólogo de uno de los últimos libros editados por Capitán Swing en España: La Retirada.
El filósofo y politólogo Noam Chomsky y el historiador y periodista Vijay Prashad llevan desde la década de los 90 hablando y manteniendo correspondencia. Quién le iba a decir a aquel joven de Calcuta que terminaría entablando una relación tan estrecha con el autor de Los nuevos intelectuales (1969) que tanto le había fascinado desde que lo descubriera en la biblioteca de sus padres; más aún, que buena parte de sus charlas y reflexiones sobre la destructiva política exterior de EEUU terminaría plasmándose en un libro.
Eso es La Retirada, un repaso a algunas de las guerras forzadas por EEUU y, muy especialmente, por sus desastrosas retiradas, dejando a su paso pobreza, miseria, destrucción y mucho más. Irak, Libia o, más reciente Afganistán, son tres de los conflictos a los que este título presta más atención a lo largo de los pensamientos de estos intelectuales. Sumergirse en su lectura es hacerlo en un discurso alternativo, difícil de encontrar en los llamados mass media, con todo un muestrario de fechas, nombres y referencias que nos revelan una OTAN convertida en brazo armado de Washington. "Decir OTAN es decir EEUU", afirma Chomsky.
Este título, que terminó de imprimirse el pasado mes de septiembre, no sólo descubre al lector la política errática estadounidense que ha terminado por engendrar prácticamente desde cero a los peores dictadores latinoamericanos sino, además, a los más crueles y temidos terroristas islamistas. Las conversaciones entre Chomsky y Prashad, a las que el lector asiste como testigo mudo, enganchan directamente con la actualidad, con la guerra de Ucrania.
Chomsky recuerda, como de hecho hiciera Putin para justificar su guerra demente, aquel "pacto entre caballeros" no escrito que debía de haber puesto coto a la OTAN. El filósofo relata a Prashad cómo poco antes de la desaparición de la URSS, George Bush padre y su secretario de Estado James Baker; los alemanes Helmut Kohl y Hans-Dietrich Genscher y Mijaíl Gorbachov discutían cómo quedaría el mundo tras la disolución soviética. Los estadounidenses pretendían la reunificación alemana, algo a lo que sólo accedió Gorbachov siempre y cuando la OTAN no avanzara un milímetro más allá de la frontera Alemana. Obviamente, aquello quedó en papel mojado como nos ha demostrado la realidad.
Más allá de esta anécdota y como ejemplo de algunas de las reflexiones que se recopilan en el libro, Prashad expone con demasiada frecuencia que no se conectan correctamente los puntos para sacar a la luz la figura que realmente persigue EEUU con sus conflictos. Desde su punto de visa, noticias aparentemente independientes como la guerra de Ucrania, la crisis de refugiados en el Mediterráneo o las negociaciones de Viena en torno al acuerdo nuclear con Irán, están mucho más entrelazadas.
De hecho, el historiador sostiene que "en poco tiempo, gracias a los conflictos impuestos por EEUU, Europa ha perdido acceso a tres de sus fuentes de energía". Se refiere Prashad a las sanciones que vienen imponiéndose a Irán desde 2006, a la desastrosa guerra de Libia de 2011 y a la actual guerra de Ucrania que, no lo olvidemos, viene librándose en realidad desde 2014.
A través de estos tres conflictos separados en el tiempo pero, sin embargo, relacionados sobre el tablero geopolítico, Europa ha perdido acceso al gas natural y al petróleo. Una circunstancia que choca de frente con el aval de la misma existencia de la OTAN, que tras la desaparición de la URSS tenía poco sustento argumental y que Chomsky recuerda que en 2014, el que fuera entonces secretario general de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen, trató de justificar afirmando que el nuevo cometido de la OTAN era proteger el sistema energético global. A juzgar por la situación que atraviesa Europa, el suspenso es más que notorio, al menos para el Viejo Continente que, tras haberse convertido en una economía basada en petróleo y gas -que no tiene- en lugar de basada en carbón -que sí tiene- condicionada por el Plan Marshall según Chomsky, ha terminado dependiendo energéticamente de EEUU.
La Retirada crea nuevos espacios de pensamiento y presenta una realidad muy distinta al discurso oficial, invitando a la reflexión y revelando cómo Washington vuelca ahora todos sus esfuerzos en acuñar un nueva imagen de marca 'OTAN global' que le ayude a trascender el ámbito regional con el que nació y poder tender sus tentáculos hacia el que ha posicionado como su nuevo gran adversario, por encima incluso de Rusia: China.