Posos de anarquía

Evasión y derrota en Motril

Evasión y derrota en Motril
Despliegue de medios en el exterior de la iglesia donde la madre de Rubiales hacía huelga de hambre. - Alba Feixas / EFE

No escarmentamos. La prensa vuelve a deslizarse por la ciénaga del periodismo en el caso Rubiales, informando de lo irrelevante, amarilleando por los cuatro costados. Tan sólo tres días ha aguantado la huelga de hambre la madre del todavía presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), pero a estas alturas todo el mundo sabe quién es Ángeles Béjar. Previamente, fue el turno del padre, exalcalde de Motril (Granada), al que la prensa también le dio un repaso biográfico que nada aporta al abuso cometido por Rubiales.

Existe una gran diferencia entre informar del inicio de una berlanguiana huelga de hambre y apostar a medio centenar de periodistas para retransmitir el minuto y resultado de tan disparatada iniciativa. La prensa optó por lo segundo y, en una suerte de justicia poética, le han terminado por dar calabazas. En un giro de guion inesperado, Béjar protagonizó ayer una fuga por la puerta de atrás, con los medios de comunicación sintiéndose estafados horas después tras conocer por boca el párroco que la madre de Rubiales no se presentaría a la comparecencia anunciada.

Evasión y derrota. Derrota de la propia Béjar, cuya huelga de hambre ha terminado como todo el mundo sabía, es decir, con su deterioro físico y ningún avance positivo en la situación de su hijo, cada vez más cercado, denunciado, sancionado... mientras él tira del manual del machista tratando de desprestigiar a la víctima, Jennifer Hermoso. La otra derrota es la de la prensa, la misma que podría haberse limitado a informar de la ocurrencia de esta señora sin realizar este indecente despliegue de medios. Ni lo merecía informativamente ni, si me apuran, moralmente. Ha resultado un espectáculo bochornoso tanto por su parte como por la de los medios de comunicación.

El periódico El Mundo publica hoy una entrevista con el tío de Luis Rubiales. ¿De nuevo amarillismo? Cierto tufo tiene, efectivamente, pero al menos tiene a su favor que ha sido mano derecha de Rubiales en la RFEF durante mucho tiempo... y se despacha a gusto con su sobrino, lanzando acusaciones que, de ser ciertas y probarse, sitúan al presidente del organismo en una órbita penal muy peliaguda.

Los medios de comunicación, al menos los que no nos situamos en el espectro de la industria del entretenimiento, no debiéramos perder el foco de la noticia y, decididamente, apostar en la parroquia a periodistas para conocer al detalle el transcurso de la huelga de hambre no aportan nada. De hecho, alienta a estos personajes de sainete que se crecen con cámaras de por medio, como pudimos observar con las primas de Rubiales.

Ceñirnos a nuestro papel de informadores e informadoras es crucial; caer en lo accesorio termina por desviar la atención de la noticia, entregándonos a un vodevil indeseable como el referido en Motril. ¿Tiene su público? Por supuesto, pero de un tiempo para acá andamos entregándonos al chascarrillo, al hecho pintoresco que termina por copar el ránking de las cinco noticias más leídas del día. Hemos pasado del titular con gancho al titular con cebo (clickbait) y eso, en sí mismo, es una pésima noticia.  Que nunca es tarde para enderezar el rumbo es mentira, pero en este caso hay margen. Al lío.

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