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9-M. La participación será decisiva

José Luis Sanchís

JOSÉ LUIS SANCHÍS

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Por qué es tan importante la participación en la votación del próximo domingo? ¿Por qué una baja participación favorece al Partido Popular y un alto porcentaje de participación favorece al Partido Socialista? Principalmente por un fenómeno constante en las elecciones anteriores confirmado por los estudios demoscópicos y sociológicos: la participación del electorado del PP se acerca al 100 por ciento en cada ocasión con un grado de seguridad casi absoluto. En el caso de los electores de centro izquierda la participación no está asegurada y es necesario que se movilicen para votar.

Durante la precampaña los sondeos dieron unánimemente una ventaja de unos cuatro puntos al PSOE. Al comienzo de la

campaña el barómetro del CIS y la mayoría de las encuestas apuntaron a un empate técnico que se rompió a favor del PSOE tras el debate de Solbes y Pizarro, aumentó después del primer debate de Rajoy y Zapatero y parece haberse consolidado tras el segundo debate.

Sin embargo se ha acusado al Partido Popular de fomentar la abstención mientras que Zapatero y el Partido Socialista piden insistentemente que se vaya a votar masivamente. Su último eslogan es Vota con todas tus fuerzas. Y es que la participación puede hacer perder esa ventaja que lleva el PSOE e incluso dar la victoria al Partido Popular, aunque lleven toda la razón los sondeos. Porque la condición para que se cumplan las previsiones es un porcentaje importante de participación.

En los siguientes gráficos se pueden observar las claves de la participación y su influencia segura en los resultados de votos y escaños en seis tramos posibles de una escala que va de menos del 67 por ciento hasta más del 76 por ciento de participación. Dicho de otra forma, desde una abstención inferior al 25 por ciento a una superior al 33 por ciento.

En el primer gráfico pueden verse los diferentes resultados en votos de acuerdo a los diferentes tramos de participación.

Gráfico 1
Está claro que, con una participación superior al 75 por ciento, el PSOE podría llegar a los 12 millones de votos, mientras que con una participación del 70 por ciento no llegaría a los 10 millones de votos. Por el contrario, el PP se mantiene en alrededor de los 10 millones y medio de votos cualquiera que sea el porcentaje de participación. Con esa cantidad de votos garantizada el PP ganaría al PSOE con una participación inferior al 70 por ciento ya que los socialistas, con ese porcentaje de participación o menor no conseguirían 10 millones de votos. Una abstención superior al 30 por ciento haría perder a Zapatero 2 millones de votos, los suficientes para que Rajoy ganara con sus 10 millones de votos asegurados de antemano, cualquiera que sea el nivel de abstención.

El segundo gráfico muestra los resultados en escaños de acuerdo a porcentajes de participación.

Gráfico 2
Pueden observarse seis tramos que responden a seis niveles supuestos de participación. En una mirada global se ve una franja central de un 70-71 por ciento de participación en el que se daría la posibilidad de que el PSOE ganara en votos y el PP ganara en escaños.

A la derecha se ven dos tramos: uno, con un porcentaje de participación entre 71 y 75 por ciento con la que ganaría el PSOE con menos de 16 escaños de ventaja sobre el PP. La mayoría absoluta del PSOE, muy improbable, exigiría una participación superior al 76 por ciento.

A la izquierda del punto caliente central se ven dos tramos, uno responde a un porcentaje de participación entre 70 y 67 por ciento que supondría la victoria del PP en votos y en escaños. Finalmente, con una participación inferior al 67 por ciento, el Partido Popular podría acercarse a los 176 escaños y la mayoría absoluta en el Congreso.

José Luis Sanchís es asesor empresarial en imagen y comunicación, consultor político y director de campañas electorales

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