Dominio público

Una sesión académica en el Congreso de los Diputados

José Antonio Martín Pallín

Abogado. Comisionado español de la Comisión Internacional de Juristas (Ginebra). Ha sido Fiscal y Magistrado del Tribunal Supremo

Ramón Tamames, acompañado por el líder de Vox, Santiago Abascal. - EFE / Javier Lizón.
Ramón Tamames, acompañado por el líder de Vox, Santiago Abascal. - EFE / Javier Lizón.

Este martes, con permiso de la autoridad competente, de acuerdo con las previsiones constitucionales, el profesor Ramón Tamames pronunciará una conferencia magistral, sobre los males pasados, presentes y futuros que acechan a nuestra patria y a nuestra democracia. El profesor Tamames ha tenido la gentileza de filtrar el contenido de su intervención a los medios para el conocimiento de la opinión pública y para que sus oponentes puedan preparar sus argumentos y réplicas.

Conozco a Ramón Tamames desde hace muchos años y hemos compartido algunas aventuras políticas, como el referéndum de la OTAN, y mantenido una relación amistosa. Hace poco tiempo Ramón tuvo la gentileza de llamarme para pedirme autorización para utilizar el título de un artículo mío publicado en el diario El País, ("El grito de la tierra") que quería incluir en un trabajo que demuestra su preocupación por el cambio climático.

No hubiera escrito estas líneas si su conferencia magistral hubiera tenido lugar en cualquier centro académico, pero me preocupa profundamente que se haya infiltrado en una moción de censura contra el Gobierno prevista en la Constitución. La posibilidad de que cualquier persona pueda encabezar el trámite y llegar a la presidencia del Gobierno no se debatió suficientemente en las comisiones constitucionales del Congreso y del Senado. Si repasamos las actas, se puede comprobar que el modelo adoptado fue el de la Ley Fundamental de Bonn y de su texto se desprende que las mociones de censura o confianza deben quedar dentro del ámbito exclusivo de la composición parlamentaria. Nuestra Constitución deja abierta la posibilidad de encabezar la censura a cualquier persona, lo que no parece responder a un modelo de lo que se conoce como parlamentarismo racionalizado.

En nuestro texto constitucional la moción de censura está regulada en el artículo 113. No deja de resultar extraño que una persona ajena al mundo parlamentario y al margen del sistema de partidos políticos pueda postularse para derribar al Gobierno y, al mismo tiempo, investirse como presidente del Gobierno por el tiempo que estime necesario hasta el agotamiento de la legislatura. Indudablemente se trata de una anomalía permitida por la imprecisión de nuestro texto constitucional por lo que no queda más remedio que aceptarla.

El profesor Tamames, con el rigor académico que le caracteriza, ha estructurado su discurso en 31 capítulos con un amplio espectro de cuestiones, la mayoría de las cuales me parecen ajenas al contenido de una moción de censura. Se remonta a los tiempos del Imperio y hace unos comentarios sobre la Segunda República, la Guerra Civil y la Ley de Memoria Democrática que suscribiría Pio Moa.

El borrador que se ha filtrado a los medios parece más bien el índice de un libro que un discurso de investidura de un político que quiere de verdad hacer frente a los problemas del presente con responsabilidad y sentido del compromiso que contrae con la sociedad al prestarse a ser el mascarón de proa de una moción de censura.

Es cierto, como he dicho, que el artículo 113 de la Constitución establece un régimen abierto para moción de censura en cuanto a la elección de la persona que va a encabezar, si triunfa, el nuevo Gobierno. La cuestión fue objeto de controversia cuando se debatió el borrador de la Constitución. Se llegó a una solución que en cierto modo desvirtúa el carácter netamente político y partidista de las mociones de censura que pretenden sustituir a un Gobierno, en este caso de coalición, por otro que, en este caso sin duda, encarnaría el mayor retroceso de derechos humanos vividos en la Unión Europea, incluyendo Hungría y Polonia. Si extendemos la amplitud y flexibilidad del texto constitucional, podría presidir una moción de censura un obispo, celebridades del mundo de la televisión, de la artes escénicas o presidentes de clubs de fútbol.

El profesor Tamames se alinea con los que consideran como un dogma que no se puede contradecir, sin padecer un duro castigo, la sagrada indivisibilidad de la patria común de todos los españoles. Soy absolutamente contrario, por inconstitucional y antagónico con las normas de la Unión Europea, a cualquier referéndum unilateral para declarar la independencia de una parte del territorio de la nación. Pero le recuerdo que el derecho de autodeterminación esta incorporado a nuestro ordenamiento jurídico a través de los Pactos Internacionales de derechos civiles, políticos, económicos sociales y culturales firmados y ratificados por España. Como el profesor Tamames pretende realizar un recorrido por el pasado, debe recordar que la declaración unilateral de independencia de Lluís Companys, en plena República española, se hizo con el propósito de integrarse en la República federal española y no con ánimo de convertirse en una nación autónoma.

Al margen de las consideraciones que puedan hacerse sobre la educación y la sanidad que, como sabe perfectamente el profesor Tamames, están transferidas a las comunidades autónomas, puede resultar atractiva la propuesta sobre las pensiones que formula un economista de reconocido prestigio porque, en principio, me parecen contradictorias con las posiciones de PP y Vox. Está en juego la viabilidad del sostenimiento de las generaciones futuras.

Sin perjuicio del inusual contenido de una mención de censura, el profesor Tamames ha tenido oportunidad de realizar innumerables entrevistas. Al hilo de su indudable protagonismo se ha referido al presidente Pedro Sánchez como el dirigente de "una moderna autocracia absorbente". Estoy seguro de que los politólogos habrán recibido con gran interés y regocijo este novedoso término del que desconozco sus precedentes. En definitiva, ha venido a cubrir con el oropel de un refinado lenguaje la atrabiliaria imputación de la derecha mediática que pretende trasmitir a sus fieles devotos que vivimos bajo una dictadura. Me gustaría una mayor precisión del profesor Tamames para posicionarse sobre este punto. De verdad piensa que la dictadura de Franco puede ser homologada a lo que estamos viviendo. Hubiera tenido la oportunidad de explayarse a su gusto ante las famosas cortes españolas con procuradores de chaquetilla blanca y camisa azul incluidos los exóticos ropajes de algunos representantes saharauis.

Ante lo irremediable, le deseo que la fuerza le acompañe y pueda culminar el debate sin contratiempos. Este insólito espectáculo le está haciendo mucho daño a la democracia. Sus principios y sus reglas no pueden convertir la sede de la soberanía popular en un salón de conferencias. En todo caso, el éxito mediático en la derecha esta asegurado. Los titulares y los comentarios ya están redactados. Me los imagino: Tamames noquea a Sánchez, o los más moderados Tamames pone a Sánchez contra las cuerdas. Los comulgantes ya tienen alimento espiritual. Solo falta un último detalle. En la puerta del Congreso se debe poner un cartel, habitual en estos casos: entrada libre hasta completar el aforo.

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