Dominio público

Traigan a Robespierre a España, a ver si así

Ana Pardo de Vera

Traigan a Robespierre a España, a ver si así
Parodia de la Virgen del Rocío en TV3. (TV3)

Llevo 25 años en este oficio, siguiendo la actualidad política, sus lentos avances y sus rápidos intentos de retroceso (algunos conseguidos), pero todavía sigue habiendo días que la actualidad desborda mi capacidad de asombro; y no porque no esté hecha a las contradicciones de un país que maravilla y espanta a la vez, según los lugares, según las políticas, según los votos, según las costumbres, según las ideas... sino porque hay momentos en que coinciden dos hechos en pocas horas, de golpe y porrazo, y te preguntas cuál de sus bases tractoras son mayoritarias. Todo ello, claro, encuadrándolo en el ámbito casi histérico de medios de comunicación desbordados y política -en toda la amplitud de la palabra- en un año profundamente electoral, con una crisis pospandémica y de guerra en suelo europeo.

Este jueves, un juzgado de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona) abrió diligencias tras admitir a trámite la denuncia de Abogados Cristianos por la caricatura que TV3 hizo en Semana Santa de la Virgen del Rocío y que esta asociación ultracatólica considera delito de escarnio contra los sentimientos religiosos. Analicen bien el término "escarnio", porque aunque suene rancio (y peligroso), está recogido en el art. 525 de nuestro Código Penal.

Este jueves, también, hemos conocido que España se ha convertido en el cuarto país europeo más respetuoso con los derechos LGTBI gracias a la ley trans, con cuya aprobación nuestro país ha subido siete puestos en el Índice Arco Iris. Se trata de un informe que analiza la situación legal y política de las personas LGBTI en 49 países europeos y es elaborado anualmente por ILGA Europa, una organización internacional que trabaja por los derechos de este colectivo, derechos humanos en todo caso. Recuerden que la Iglesia católica considera pecado y veta derechos a todo aquello que no sea heterosexualidad procreadora, o así.

Las dos noticias juntas, leídas una a continuación de la otra, son el reflejo más palpable de cómo la complacencia más cínica abona las resistencias más duras al progreso y se carga la ascendencia cultural que pueda tener la aplicación legislativa de los derechos humanos y libertades fundamentales, como la libertad de expresión.


Da igual que se aprueben leyes que garanticen la igualdad y la dignidad de todos los seres humanos si después hay otras leyes casi medievales que se cargan esos dos mismos preceptos universales. ¿Por qué tienen los sentimientos religiosos (católicos y cristianos, tampoco vayamos a pasarnos) el derecho a no ser ofendidos mediante una ley torticera que no lo dice pero lo lleva a rajatabla? ¿Acaso son los cristianos, las católicas, un colectivo perseguido en España, como ‘in illo témpore’, sus jefazos perseguían a las brujas y otros depravados/as? Es posible que el mismo juez que ha abierto diligencias por la denuncia de los Abogados Cristianos cierre pronto el caso, como está ocurriendo mayoritariamente con este tipo de rasgado de vestiduras fariseo, usando términos bíblicos, pero la ley sigue ahí, avergonzándonos a todos y todas las demócratas, aplicándose a veces, como la de injurias al rey o a la Corona. Todavía estamos esperando a que los Abogados Cristianos, tan activos contra la libertad de expresión, denuncien a los sacerdotes que, parapetados tras la sotana, el alzacuellos y un buen crucifijo, han violado y abusado de niños.

La parodia sobre la Virgen del Rocío -que a mí sí me resulta cómica-, como la hecha con otras vírgenes o líderes religiosos pueden incomodar o no, gustar o no, pero no puede cometer un delito penal, ¿verdad que suena inquisitorial? Pues eso ampara nuestro Código Penal: el humor sobre la religión católica no solo es pecado -que respetamos, aunque nos importe un pimiento-, sino que puede ser delito. Y el Gobierno viene a anunciarnos que se amplían los privilegios de la confesión católica a otras siete más, como si estos cariñitos al poder religioso no tuvieran que ver con los señalamientos de Abogados Cristianos. A más religiones, más delitos; menos los agnósticos y ateas, que son las y los presuntos delincuentes, porque, según una religión, todas las demás son falsas, así que, como dice la gran Nieves Concostrina, todas tienen razón. Ahora pueden denunciarnos también.

Más Noticias