Dominio público

Aprendizajes de Francia

Ruth Ferrero-Turrión 

Profesora de Ciencia Política y Estudios Europeos en la UCM

Manifestantes franceses tras conocerse el resultado de las elecciones legislativas del 7J.- Europa Press
Manifestantes franceses tras conocerse el resultado de las elecciones legislativas del 7J.- Europa Press

Y Francia y Europa respiraron, al menos de momento. Pasaron quizás las elecciones más agónicas de los últimos tiempos en Francia. Este ha sido el momento en el que más cerca ha estado la derecha ultra francesa liderada por Marine Le Pen y su delfín Bardella de alcanzar el gobierno en Francia. Sin embargo, los resultados dieron un vuelco a las encuestas previas y contra todo pronóstico RN no sólo no ganó las elecciones, sino que quedó en tercera posición frente a las coaliciones electorales de Nuevo Frente Popular y Ensemble. Las izquierdas unidas ganaron la contienda por delante de la coalición gubernamental macroniana. Se había conseguido frenar a la ola ultra. Francia se une a España, Polonia y Reino Unido en la respuesta ciudadana contra opciones políticas racistas y de rasgos autoritarios. Hasta aquí la alegría es incontenible.  

Merece la pena, sin embargo, echar un vistazo al detalle de los datos para comprender cuáles han sido las dinámicas electorales que han operado en este proceso. ¿Qué sucedió desde la convocatoria electoral exprés? ¿Y entre la primera y la segunda vuelta de las legislativas? Son varios los hitos que se pueden identificar a lo largo de este marco temporal. El primero, la rapidez en la reorganización de las izquierdas y su innovadora propuesta programática ha jugado un papel fundamental en el resultado final. Nadie, especialmente Macron, confiaba en que las fuerzas política de la izquierda fueran capaces de organizarse de manera coherente en un periodo tan corto de tiempo. Esto fue una sorpresa que además situó a la coalición gubernamental en una delicada situación.  

De cara a la segunda vuelta se dio una situación inédita en la V República. El número de circunscripciones donde habían pasado tres candidatos se multiplicó exponencialmente si lo comparamos con anteriores elecciones legislativas. En esta ocasión 306 circunscripciones de un total de 577 tenían tres candidatos a la segunda vuelta. Ante esto, se activó, a trancas y barrancas, el Frente Republicano, esto es, retirar a uno de los tres candidatos de tal modo que las fuerzas republicanas solo presentaran un candidato: NFP, Ensemble, LR decidieron activar este frente. Por supuesto, la respuesta ciudadana no se distribuyó equitativamente, y lo que se observa es que 7 de cada 10 votantes del NFP votaron a candidatos del macronismo o de Les Republicanes, mientras que sólo 4 de cada 10 votantes de Ensemble lo hicieron por las izquierdas. Conclusión, la movilización de las izquierdas y su disciplina son las que han conseguido parar a los ultras. 

Y sin embargo, a pesar de estas cuestiones más técnicas, la Asamblea Nacional que sale de estas elecciones es la más fragmentada de toda la historia de la V República. Justamente lo que la V República intentaba evitar. Hay quien dice que Macron ha sacado lo peor de la IV República y lo peor de la V: fragmentación y verticalidad del poder. 


El escenario que se dibuja en Francia a la luz de los resultados es esencialmente la división del demos francés en tres partes. Una Francia globalizada y cosmopolita representada por Paris, sus élites y burguesía y que otorga un fuerte apoyo a Macron, aquella que está instalada en las provincias y el entorno rural que tienen nostalgia de un pasado mejor y apuestan por opciones más nativistas y cuya apuesta es el lepenismo y, por último, aquella que podemos denominar la de los excluidos, la de las banlieues, multicolor, que ha tenido en Mbappé a su principal valedor que ha optado por el NFP. Y estas tres Francias son las que han quedado muy claramente definidas en la Asamblea, el reto será el poder reconciliarlas si ello es posible. 

Parece muy claro que es ya una obligación de las izquierdas y también de Macron escuchar a la ciudadanía. Hacer un viraje hacia una Francia más social y más integradora que consiga atraer a muchos de los votantes que Reagrupamiento Nacional ha conseguido atraer a lo largo de los años hasta alcanzar los más de diez millones de votantes. El resultado electoral debe alegrarnos, pero también debe hacernos conscientes de que es imprescindible volver la mirada a las poblaciones, no actuar con soberbia progresista o con menosprecio conservador, se trata de escuchar y articular alternativas. Macron se equivocaría si hiciera una lectura triunfalista de los resultados. También Mélenchon estaría equivocado si hiciera lo mismo. La principal fuerza política en el sistema político francés es Reagrupamiento Nacional, a partir de ahora la responsabilidad de que no ganen en las presidenciales de 2027 será únicamente de las coaliciones electorales, NFP y Ensemble, y, sobre todo, de las políticas que desarrollen a partir de ahora.  

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