Dominio público

¿Conciliación?

Susana Ros

Diputada del PSOE por Castellón. Presidenta de la Comisión de Igualdad.

¿Conciliación?

Niños y padres hacen cola para entrar al colegio el primer día de clase en Málaga.
Álex Zea / Europa Press

Las mujeres estamos cansadas de conjugar, en primera persona, el verbo conciliar; hartas más bien. Lo que queremos es corresponsabilidad tanto con las instituciones y el gobierno como con las empresas y la sociedad. Y no me refiero a tenerla como consecuencia de tener hijos e hijas o personas dependientes a cargo, sino de conseguir tener vida.

Se trata de vivir para trabajar, no trabajar para vivir.

Por eso, la propuesta de tener una jornada laboral de 37,5 horas es imprescindible para alcanzar los objetivos de este equilibrio entre la vida laboral, familiar y personal. Está comprobado que esto redunda en beneficios potenciales para la salud, el bienestar, la productividad y la creación de empleo, entre otros muchos.

El tan manido concepto de "economía de los cuidados" no puede hacernos caer en la trampa de naturalizar y relacionar tal dedicación a la condición femenina. Cuidar es algo que compete a toda la sociedad, hombres y mujeres y esto pasa, necesariamente, por un fortalecimiento del Estado de Bienestar. Hablamos de Educación, Sanidad, Derechos sociales, Dependencia y Vivienda; con mayúsculas todos ellos, sí.

Sin duda, la manera de llevar todo esto a la práctica es una apuesta pública por servicios de calidad. Y eso se concreta, por ejemplo, con la gratuidad de la Educación de 0 a 3 años y/o con la universalización del derecho subjetivo de las personas dependientes.

Sería también interesante/imprescindible aprobar una Ley de Usos del Tiempo y Racionalización de los Horarios. Porque, incido, los cuidados de otras personas, la organización del tiempo y la forma de trabajar y vivir son, siempre, una responsabilidad compartida. Y eso quiere decir que atañe a empresas e instituciones y a la vez, a mujeres y hombres.

Y ahora, casualidad o no, el PP viene a dar la batalla sobre la conciliación. Una hipocresía más de Feijóo, su anuncio de la gratuidad de la Educación de 0-3 años cuando Andalucía acaba de devolver al Gobierno nada menos que 112 millones de euros con los que hubiera podido crear más de 12.000 plazas para escuelas infantiles que de repente tanto parecen preocuparle. Por no hablar de los recortes de más de 1.000 profesores en la Comunidad Valenciana.

Un Partido Popular que no solo ha votado en contra de las políticas de conciliación, sino que las ha llevado incluso al Tribunal Constitucional. Votaron en contra de la equiparación de los permisos de maternidad y paternidad. Y ahora, proponen eliminar la obligatoriedad de coger las seis semanas de permiso de paternidad después del parto. Nunca está ni se le espera, pues siempre es un NO a cada conquista de nuevos derechos.

Esto ni es conciliar ni conciliación, esto es, sencillamente, recortar.

El PP ha votado en contra de todas y cada una de las leyes que han permitido el avance hacia la igualdad de las mujeres en España. Y ahí está la hemeroteca para sacar los colores. En contra de la Ley de Igualdad, de la interrupción voluntaria del embarazo, del matrimonio igualitario, de la ley de paridad, de violencias sexuales.... etc.

Además, para hablar de conciliación-corresponsabilidad son trascendentes todas y cada una de esas otras medidas que han votado en contra y que también merecen enumeración: la subida del salario mínimo interprofesional (que a quien más beneficia es a nosotras), la reforma laboral (más y mejores trabajos para las mujeres), el alza de las pensiones (cuando las más bajas van asociadas a las féminas), al aumento del permiso de lactancia...Y suma y sigue. Una deuda enorme.

Sin embargo, todas las medidas adoptadas por el Gobierno progresista del presidente Pedro Sánchez en materia laboral han aumentado el número de personas trabajando, sobre todo de mujeres y jóvenes incorporados e incorporadas a trabajos de mayor calidad y estabilidad.

Si el PP quiere hablar de conciliación lo primero que tiene que hacer es aprobar la reforma de la jornada laboral a 37,5 horas. Eso como mínimo. Si no eres feliz en tu trabajo, es imposible ser feliz en la vida.

 

 

Más Noticias