A mi bola

Ni vendas, ni espadas: una balanza

Al igual que Contador el lunes, Ullrich fue sancionado el jueves por el TAS con dos años de suspensión (a buenas horas, por cierto). Para declarar culpable y castigar con la pena máxima al exciclista alemán (suena a chiste, pero lleva retirado cinco años), el TAS ha utilizado, entre otras pruebas documentales procedentes de la operación Puerto, dos recibos de las transferencias a una cuenta suiza asociada a Eufemiano Fuentes, así como la identificación de su ADN en bolsas de sangre guardadas en neveras del doctor español. Casi nada. Para confirmar su culpabilidad, el propio Ullrich reconoció ayer sus "contactos" con Fuentes, se arrepintió de todo lo que hizo (doparse, evidentemente), aceptó la sanción del TAS y hasta pidió disculpas. El alemán se queda sin el tercer puesto del Tour 2005, una etapa del Giro y la Vuelta a Suiza, ambas en 2006, aunque para alguien que hace cinco años que se bajó de la bici esta sentencia puede resultar hasta un alivio. A lo hecho, pecho.

No lo ha sido en cambio para Contador, quien no ha podido demostrar su inocencia ante el TAS, aunque, a diferencia de Ullrich, tampoco el TAS ha podido demostrar que sea culpable de doparse. ¿Es entonces justo, que no ilegal, que el ciclista español haya recibido el mismo castigo que Ullrich? Pues parece evidente que no. Justicia no es dar a todos lo mismo, sino a cada uno lo que se merece. Si el TAS hubiera sancionado a Contador con un año, es posible que no se hubiera montado tanto revuelo y el ciclista de Pinto no hubiera tenido más remedio que aceptar su responsabilidad. Además, el propio Código de la Agencia Mundial Antidopaje así lo estipula.
Pero, bueno, entre quienes se ponen la venda patriotera en los ojos por un lado y los puristas espada en mano por otro, parece que nadie recuerda que el símbolo de la justicia y el derecho es la balanza.

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