A mi bola

Rubén Pardo, se ha encendido una estrella

"Con el máximo de los respetos, creo que en la Real se está fraguando un equipo que va a tener más calidad que el actual Athletic". Jokin Aperribay no es muy dado a decir una palabra más alta que otra. Tampoco a prometer aquello que no esté seguro de poder cumplir. El discurso del presidente de la Real es como su tono de voz: monocorde, de ahí que su atrevido vaticinio podía ser cualquier cosa menos una fanfarronería. Cuando Aperribay dijo lo que dijo en Marca, por su cabeza pasaron los nombres de Iñigo Martínez, Illarramendi, Griezmann, Zurutuza... y, por supuesto, Rubén Pardo. Aunque suene raro porque en octubre cumplió 19 años, al centrocampista le ha costado asomarse al primer equipo de la Real y, salvo que a Montanier le dé por decidir lo contrario, lo ha hecho para quedarse.
Pardo debutó en Anoeta en los últimos minutos contra el Real Madrid y estrenó titularidad en el Camp Nou. Casi nada. Sin embargo, fue el pasado lunes, frente al Sevilla y ante su afición, cuando el riojano destapó todo aquello que ya había dejado ver en el Europeo sub-19, así como en el filial que dirige Meho Kodro. Y no por casualidad, sino por causalidad, la Real jugó uno de sus mejores partidos de la temporada y Anoeta despidió a Rubén puesto en pie. Pocos canteranos han ilusionado tanto a la hinchada txuri urdin.

Después de varias llamadas al primer equipo, aunque a última hora Montanier casi siempre le mandara a la grada, Pardo tuvo el lunes la ocasión de lucirse y encendió todas las luces. Le costó meterse en el partido. Al igual que le ocurre a su álter ego, Xabi Alonso, el número 27 se encuentra más cómodo jugando solo en el eje. La presencia ahí de Markel Bergara le obligó a escorarse, pero incluso desde esa incómoda asimetría Rubén generó juego, reactivó al mejor Xabi Prieto y hasta marcó un gol sólo al alcance de quienes saben tocar el balón y no sólo golpearlo.
En el peor momento de la temporada, cuando Montanier estuvo con los dos pies fuera de la Real, en Zubieta ya era un clamor que "lo único diferente" que tenían para revertir la situación era Pardo. Con contrato hasta 2015, ampliado en noviembre dentro de la exitosa campaña de renovaciones de Aperribay, su nombre empezará a sonar con fuerza en el mercado. De hecho, el club no desmintió que en verano el Madrid ofreciera diez millones por él.
Pardo es paisano de Fernando Llorente. Aunque el ariete del Athletic nació en Pamplona y él en Logroño, ambos se consideran oriundos de Rincón de Soto, localidad famosa por sus peras. De allí se fue Rubén a San Sebastián con 12 años. Llegó a Zubieta, donde ha pasado por todos los equipos, y en Zubieta espera seguir. De jugadores como él dependerá que el vaticinio de Aperribay se haga realidad. Y es que este rinconero no es la pera, sino la repera.

Más Noticias