Pececitos contra hienas: la memoria de Gabriel

Pececitos contra hienas: la memoria de Gabriel

Como le pasó en 2004, el PP ha vuelto a enfadar a demasiada gente. Ha enfadado a los pensionistas que se sienten hambreados. A las mujeres, que se sienten discriminadas y maltratadas. A los jóvenes, que se sienten expulsados de las aulas y de España. A los trabajadores, que le echan más horas y ganan menos. Para compensar este enfado, entonces empieza a gritar: ¡Hay que mantener la cadena perpetua!

Y la gente decente le dice, citando a Séneca, que la ira es una locura transitoria. Le recuerda que con cadena perpetua han asesinado a Gabriel porque los asesinos que nos estremecen nunca se frenan por las consecuencias penales. Vuelven a decirles que mienten, porque en España hay muy pocos delitos en comparación con Europa como para hacernos creer que hace falta más castigo y que tenemos que sospechar todos de todos. La gente tranquila, pero no con menos dolor, dice: no debemos ser como los asesinos porque saber que no somos como ellos es nuestro único duelo.

Y entonces la caverna grita: ¡Estáis apoyando a los que matan a nuestros hijos! Y gente del PP o que piensa como el PP se inventa perfiles falsos en twiter como si fueran de Podemos. Y en esos perfiles defienden a la asesina para que parezca que los morados están defendiendo a esta desequilibrada. Y desalmados como Ussia escriben columnas, dando por ciertos esos perfiles falsos -¿cuándo le ha interesado la verdad a esta gente?- y venga más ataques a Podemos. Del Pantuflo, que dice que lo que le pasa a la asesina de Gabriel es que es negra y de izquierdas ni hablamos. Su hedor es directamente proporcional a lo que le pagan. El objetivo es claro: a ver si así nos olvidamos de que hay leyes a favor de los pensionistas y de las mujeres esperando en el Parlamento a que el PP y Ciudadanos los aprueben. El PP brama: ¡Salid a hablar de los asesinos hasta que la gente no piense en otra cosa! El gobierno del PP grita y sus mercenarios obedecen.

Y Rafael Hernando, echándose encima toda la basura como si le cupiera un vertedero dentro del traje, dice delante de la capilla de Gabriel que hay que apoyar la prisión permanente revisable, que es como ellos llaman a la cadena perpetua. Los mismos que están utilizando todas las trampas legales que les sugieren sus caros bufetes para que la corrupción no les lleve a la cárcel ni unos meses. Los que han robado el dinero a los pensionistas, a las mujeres, a los dependientes, a los estudiantes chapoteando como carroñeros solazados en el barro de la inmundicia. Y arrastran a víctimas que se dejan atrapar por la rabia para que la ira no les deje descanso. ¿No hizo lo mismo el PP  ya el 11M? Lo que envilece el partido de Rajoy a la democracia no tiene que ver con las ideologías.

Mientras, la madre de Gabriel, Patricia, da una lección a las hienas porque quiere salvar de estos carroñeros la memoria de su hijo y no quiere vincular su recuerdo a la rabia, a la venganza, al odio. Patricia hace el último acto de amor por su hijo y se traga el egoísmo que le llevaría a pedir que despedazasen a quien le ha quitado lo que más quería. Pero no. Entiende que la venganza nunca ha traído la paz, y quiere que desaparezca de nuestro recuerdo la que ha sembrado tanto mal. Hoy mujer y negra. Ayer y antesdeayer y antes de antesdeayer, hombres y blancos.

Dice Séneca: "Cuánto más adecuado es arreglar un ultraje que vengarlo! La venganza consume mucho tiempo, se expone a muchos ultrajes mientras se duele de uno solo; todos estamos airados mucho más tiempo del que estamos agraviados. ¡Cuánto mejor es salir por el lado contrario y no oponer defectos a defectos! ¿Es que alguien puede parecer que está en sus cabales si se enzarza a coces con su mula, a mordiscos con su perro?". La ira no se acaba nunca y nunca deja paz.

 

Y vemos con dolor otra vez, como ocurre siempre cuando alguien quiere hacer caja con las víctimas, al PP más carroñero, y a su ejército de hienas, que vuelven a recordarnos lo peor de la política.