Otras miradas

Las protestas que liberaron a tres travestis detenidas en una redada masiva en Bilbao

Andrea Momoitio

Las protestas que liberaron a tres travestis detenidas en una redada masiva en Bilbao
Stand de EHGAM en una evento de Euzkadiko Ezkerra publicada en el número 3 de la revista Gay Hotsa (1979)

El 25 de octubre de 1978 era miércoles. Eso podría parecer un detalle insignificante, pero sirve para entender hasta qué punto la calle Cortes era una calle en ebullición. Ahora, de todo aquello, queda algún viejo cartel y, sobre todo, queda la leyenda. En el barrio dicen que aquí había más movimiento que en las mejores zonas de París. A mí, que me perdonen, me parece una exageración. En Bilbao, sí, tenemos esa fama. No creo que Cortes, durante los años setenta, tuviera nada que ver con la capital francesa, pero lo cierto es que aquí también teníamos un Moulin Rouge. Mucho más discreto, me imagino.

Los detalles sobre cómo ha sido hasta ahora una de las calles más famosas de Bilbao están en El barrio de Las Cortes. Una historia de la palanca bilbaína, de Arturo Izarzelaia y Txema Uriarte. No me voy a detener yo en las luces de neón, en la prostitución, en los cabarés ni en la heroína que arrasó con todo, quiero detenerme en ese 25 de octubre de 1978.

Antes, una curiosidad: El País publicaba ese día que la Coordinadora de Mujeres rechazaba la constitución por considerarla "marxista". Al día siguiente, se disculpaban por el error tipográfico. Machista. Consideraban que la Constitución era machista.

Volvamos a Bilbao.


Ese miércoles, ya a la noche, la Policía detuvo en Bilbao a 258 personas. En un comunicado emitido por EHGAM [Euskal Herriko Gay-Les Askapen Mugimendua] y apoyado por prácticamente todos los partidos de izquierdas se asegura que todas las detenidas fueron trasladadas a dependencias policiales. "Después de comprobar una serie de requisitos", 244 fueron puestas en libertad. Las 14 restantes "pasaron a la cárcel de Basauri" a disposición del Juzgado de Peligrosidad Social. En el mismo texto aseguran que tres de ellas serían trasladadas a Huelva y el resto quedaban obligadas a presentarse cada 15 días ante el juez que llevaba el caso. Denunciaban que no tenían "posibilidad alguna de recurso legal". Una nota de la Jefatura Superior de Policía aseguraba que la redada se había producido para "detener el incremento de la delincuencia en los barrios periféricos" que ponía en "peligro la paz social de la villa".

En Huelva, a partir de una orden gubernamental del 1 de junio de 1971, se encontraba el "centro de homosexuales de Huelva para el cumplimiento de medidas de reeducación impuestas a homosexuales peligrosos varones". Según la Junta de Andalucía, "desde finales de los años 60 del siglo XX y hasta 1978, la dictadura convirtió la antigua Prisión Provincial de Huelva en un centro de internamiento de homosexuales". En 2018, colocaron una placa en el edificio en la que puede leerse que el centro penitenciario "fue símbolo de castigo y exclusión social a quienes decidieron ejercer su libertad de ser y amar de forma diferente". En la misma placa se afirma el "compromiso de que ninguna generación tendrá que pasar por nada semejante".

No hay muchos datos que ayuden a identificar quiénes fueron las 258 personas que fueron detenidas aquel día en Bilbao, pero ninguna llegó entonces a conocer el centro de Huelva. EHGAM estaba entonces trabajando activamente por la derogación de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación social y lograron evitar aquel traslado. En el número 2, de diciembre de 1978, de Gay Hotsa, la revista que editaban, cuentan las tres personas que habían quedado presas habían estado ya alguna vez en prisión y que todas eran travestis. No parece probable que fueran travestis las 258 personas que fueron detenidas aquella noche, pero es posible que sí lo fueran muchas de ellas.


EHGAM organizó aquellos días una protesta ante el Palacio de Justicia de Bilbao y una manifestación por el centro de la ciudad. Llegaron al juzgado con un escrito, firmado por diferentes partidos, que entregaron al juez que llevaba el caso a través de un abogado. El juez, al parecer, aseguró que podría evitar el traslado siempre y cuando prometieran no volver a cometer "actos de homosexualidad". Todo estaba previsto para que se los llevasen a Huelva y, según publican en Gay Hotsa, probablemente debido al ruido mediático que estaban haciendo, la idea era sacarlos de prisión en ambulancia. Entonces, el director de Instituciones Penitenciarias era Carlos García Valdés y le mandaron también a él un telegrama exigiendo que evitara aquellos ingresos en prisión. Juan María Bandrés Molet, diputado de Euskadiko Ezkerra, medió. Por hache o por be fue decretada su puesta en libertad.

En la manifestación que recorrió el centro de Bilbao pudieron leerse críticas a la falta de libertad de expresión, a la cárcel, a las dificultades a las que se enfrentaban las travestis entonces. EHGAM se declaraba en contra de la prostitución ["porque masacra casi toda posibilidad de comunicación y desarrollo de las personas en sus relaciones sexuales"] aunque se mostraban radicalmente en contra de las detenciones y medidas de rehabilitación impuestas a travestis y prostitutas. Un año antes, en noviembre de 1977, EHGAM había participado en las protestas organizadas por las prostitutas de Bilbao tras la muerte de María Isabel Gutierrez Velasco. Más allá del planteamiento ideológico que tuvieran entonces, siempre estuvieron donde tenían que estar.

Aseguraban que al travestirse, "para sentirse seguras dada su identificación como mujeres", no tenían salidas laborales más allá de la prostitución y el espectáculo. Consideraban Bilbao una ciudad "más represiva de lo normal", en la que la única posibilidad real era la prostitución debido a que el espectáculo tenía "una vida lánguida".

Vaya, París, París... no era.

 

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