Otras miradas

Ayuso y sus hombres

Marta Nebot

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. / Sergio Pérez (EFE)
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. / Sergio Pérez (EFE)

Isabel Díaz Ayuso, la presidenta más cañí, acaba de anunciar la apertura del primer Centro de Atención Integral Especializado en España para hombres víctimas de violencia sexual. Lo hizo durante el Debate sobre el Estado de la Región y consiguió lo previsto: que hablemos de su nueva ocurrencia en vez de sobre sus hechos ya ocurridos.  

El centro abriría sus puertas en 2025 y costaría 700.000 euros; un millón, menos un cuartito. Como, según sus datos, en la Comunidad de Madrid, de media, se atienden en los dispositivos de urgencias médicas 100 casos al año de este tipo y éste, además, ya han atendido a unos 250 niños, van a estar muy liados con uno o dos casos al día, si esta "tendencia" crece, como ellos pronostican. "Profesionales de la psicología, el trabajo social y el derecho trabajarán allí por su recuperación integral", proclamó Ayuso. Es decir, que serán muchos los profesionales pagados por los madrileños que estén allí esperando el caso del día.  

No facilita el dato de cuántas niñas y mujeres han sido atendidas por las mismas agresiones en lo que va de año, por lo que no se puede hacer una comparativa. No explica de dónde saca su pronóstico de que estas víctimas van para arriba, ni de quién son víctimas. Por supuesto, omite la información sobre cómo estos casos ya son atendidos en los centros dedicados a proteger a las víctimas menores y adolescentes de violencias sexuales, sean chicos o chicas. 

En los medios de derechas dieron a bombo y platillo que su presidenta así "arrebata a Vox una de sus banderas". Lo que no cuentan es que ella debe ser consciente de que esa bandera está hecha de mentiras y que adoptándola las alimenta.

Los datos los sabe porque, más allá de los que tenga –aunque no los comparta–, el Ministerio del Interior cada año los publica. En 2023, en España, el 87% de las personas que sufrieron agresiones y abusos sexuales (12.971 delitos en total) fueron mujeres; los hombresx, el 13%. En los delitos de agresión sexual con penetración (4.529), el 90% de las víctimas fueron mujeres; los hombres, el 10%. 

La de Madrid, además, no es la comunidad más afectada. En 2023 la comunidad que más delitos contra la libertad sexual registró fue Catalunya (4.361) seguida por Andalucía (3.473). Madrid fue la tercera (3.066). Según estos números del Ministerio, en Madrid hubo el año pasado entre 300 y 400 hombres víctimas de alguno de los delitos incluidos en esta tipología (agresiones sexuales, abusos sexuales, acoso sexual, delitos de exhibicionismo y provocación sexual y delitos relativos a la prostitución) y entre 2.600 y 2.800 mujeres víctimas de lo mismo, incluyendo a los menores.  

¿Dan estos números para abrir otro centro? Ahora mismo el que hay en Madrid, si hubiera atendido todos los casos registrados, 3.066 en el último año, de gravedades muy distintas, incluyendo las víctimas de que te enseñen sus partes en el metro, habría visto de media a 12 víctimas al día, contando solo los días laborables.    

¿No tendría más sentido, si están tan preocupados por las previsiones de crecimiento de este problema en víctimas masculinas –de no sabemos qué pitonisa–, reforzar el CIMASCAM (Centro de Atención Integral a Mujeres Víctimas de Violencia Sexual en la Comunidad de Madrid) con más profesionales e incluso ampliarle el nombre, que montar un chiringuito de LEROBOOTRABANDERAAVOX  y para eso gasto un millón menos un pico?

Lo que pasa es que su lógica es otra. Su táctica es inaugurar para marcar la agenda informativa, leer los climas sociales y seguir sus corrientes, aunque estén basadas en bulos o en mentiras; surfear las tendencias digitales, aprovecharlas para seguir en la cresta de la ola, aunque igual que vienen se van y en esos procesos destruyan convivencia, avances sociales, democracia y vidas.

Otra vez se impone el qué más da la cordura si puede imperar la chulería. Este centro se sumará a otros frutos de la misma idea de la política y de la vida. Se juntará con los recuerdos frescos de la operación Zendal (construir el hospital de pandemias más grande del mundo en el culo del mismo y para eso desasistir de profesionales y medios a los centros médicos que estaban atendiendo la pandemia más grande en varios siglos) y de la Oficina del Español, que abrió para Toni Cantó tras las elecciones del 21 y cerró en 2023, porque sin él, fichado como conductor de late night show para una cadena digital que duró el canto de un duro –otro que juega a lo mismo–, ya no le servía para hacer ruido. 

Las próximas elecciones madrileñas están previstas para 2027. Falta mucho todavía. Ya veremos qué pasa hasta entonces con este nuevo centro que hoy la derecha mediática aplaude con alegría. Ya veremos si el votante conservador madrileño sigue teniendo las mismas tragaderas que demostró con Esperanza Aguirre y tras la pandemia. Ya veremos si Madrid recupera la dignidad y deja de perdonar imperdonables. Son, ustedes lo saben, 7.291.

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