Otras miradas

El Mandaloriano y la unidad: 'This is the Way'

Guillermo Zapata

Guionista y escritor

El Mandaloriano y la unidad: 'This is the Way'
El Mandaloriano

Hace unos días la cuenta de Twitter de Podemos, dentro de su campaña de financiación para las elecciones autonómicas y municipales, lanzaba un mensaje invitando a participar para acabar con "Moff Gideon". Acompañaba el tuit con una imagen del propio Moff Gideon.

Si ustedes no saben quién es Moff Gideon yo se lo explico de la forma más sencilla posible: es el malo de El Mandaloriano, serie del universo Star Wars que terminaba esta semana su tercera temporada.

Para más señas, es la serie de Pedro Pascal que no va sobre zombies. La serie de Pedro Pascal donde no sale la cara de Pedro Pascal porque lleva un casco todo el rato. Es la serie dónde sale "Baby Yoda". Más o menos por ahí se pueden orientar.

Los dos últimos capítulos de esta temporada de El Mandaloriano han ido sobre la unidad. Han opuesto dos ideas de unidad. Ya, ya sé lo que estáis pensando: "Qué casualidad que justo la serie hable de un tema de actualidad en España, ¿no?". Yo no hago las normas. Son ellos los que han decidido hablar de este asunto.

La serie no entra a debatir si la unidad es necesaria o no, sino que opone dos maneras de entender la unidad. La forma de Moff Gideon es una unidad basada en la acumulación y la uniformidad. Como si fuera un basilisco, Gideon se ha proporcionado "partes" que construyen un todo súper poderoso. Su reflejo narcisista es tal que se ha clonado varias veces y va incorporando características mejoradas de sí mismo para producir una suerte de súper soldado que aspira incluso a ser poderoso en la fuerza como un Darth Vader low cost. Sería una forma de unidad que lo que propone es unificarlo todo bajo una misma identidad. Como bien dice la cuenta de Podemos y la propia serie, el objetivo no es emular a Gideon, sino acabar con él.

¿Y quién se enfrenta a Moff Gideon? Los mandalorianos. ¿Y qué idea de unidad tienen los Mandalorianos? Pues una muy distinta, claro. Para entender la idea de unidad que tienen los Mandalorianos os explico que su tierra natal, Mandalore, fue destruida y andan dispersos por el borde exterior de la galaxia y bastante peleados entre ellos. Por ejemplo. El culto al que sigue el personaje de Pascal (Din Jarin) tiene una relación un pelín fanática con las cosas y, por ejemplo, tiene prohibido quitarse el casco. Mientras que otras facciones de los Mandalorianos pueden quitárselo con normalidad. A lo largo de la serie hemos conocido a Bo-Katan, heredera al trono de Mandalore, pero con dificultades para unir a las tribus Mandalorianas hasta que la líder del culto de Din Jarin toma una decisión y decreta que Bo-Katan es la indicada para liderar a los Mandalorianos en la recuperación de su planeta y, sobre todo, que no pretende que la unidad obligue a que todo el mundo siga su credo, sino que lo que les une ya no es esa identidad, sino una más grande y abierta: El objetivo. Recuperar Mandalore. Les une una acción.

Esa noción abierta de la identidad Mandaloriana es la clave de su supervivencia. Tanto es así que criaturas tan alejadas del origen Mandaloriano y Mandalore como Grogu (Baby Yoda, para entendernos) también pueden ser Mandalorianos. Esto es especialmente relevante porque históricamente los Mandalorianos tienen un conflicto con los Jedi, con lo que una criatura que es poderosa en la fuerza como lo es Grogu no debería entrar en la definición de Mandaloriano, pero lo hace.

Es decir, la unidad que los Mandalorianos asumen como ganadora es la de la apertura y la inclusividad. Sólo tiene que dotarse de reglas.

Viendo esta semana el último capítulo me recordaba a cierta ética de la organización hacker o a la forma en la que se organiza el fediverso. Una forma de organizar internet que rompe los monopolios de las plataformas de captación de atención, dónde cualquiera puede (con un poco de conocimiento técnico o un poco de recursos para contratar técnicos) generar instancias que alberguen pequeños nodos de comunicación que se federan entre si (de ahí, fediverso). Una forma de funcionar más basada en filiaciones más débiles, que permiten mantener la identidad de cada quién, pero que se enlazan y cooperan con objetivos comunes y construyen una ética común, una cultura compartida.

No creo que haya ahora mismo en el debate sobre la unidad una "posición Moff Gideon", no pretendo oponer modelos. Pero creo que tampoco hay aún una posición Mandaloriana. Una unidad construida con protocolos que trabajan por un objetivo común y que a la vez respetan las singularidades. Diseñar esas herramientas o confiar más en las herramientas, que son más frías y más sosas, fue lo que provocó un enorme caudal de cooperación (y de victorias electorales) en el ciclo municipalista de 2015. No era casual que se hablara de confluencia, una palabra mucho más laxa que unidad, más centrada en reglamentos compartidos que en sumar identidades.

La última pelea de Jin Darin, Bo Katan y Grogu contra Mof Gideon en El Mandaloriano está narrada para que veamos como sus diferentes formas de entender la lucha les permite protegerse y avanzar al estilo de las peleas entre Los Vengadores y Thanos. Se trata de eso.

No es necesario que la unidad sea un credo ni un fetiche, se trata de algo más frío, que sea útil, con buenas normas compartidas que mantengan las singularidades... Y poco más. Lo importante, lo que afortunadamente tiene todo el mundo claro, es el objetivo.

"This is the way".

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