Rosas y espinas

Se acerca el día de IDA

Ahora que Alberto Núñez-Fakejóo apesta a mojama política, considero oportuno pensar sobre el futuro de nuestra derecha, ya que ellos no lo hacen.

O sí.

Esta semana hemos asistido al que, seguramente, sea el acto más revolucionario del Partido Popular en toda su historia.

Nos informa bellamente El Diario de Pontevedra de que "La Xunta del Partido Popular participa por primera vez en los actos del Día de la Galicia Mártir".


No sé si sabréis, pues a los españoles y a los gallegos no se nos han dado demasiadas oportunidades no autodidactas de estudiar nuestra historia, que en ese Día del Mártir se conmemora a los demócratas gallegos asesinados por el fascismo pronazi e incivil que anegó de sangre nuestros ríos y fontanas. Que este PP, aliado con los australopifachas de Vox en tantos territorios, se sume al homenaje a una víctima del terror franquista, es puro realismo mágico y cunqueiriano.

Porque ese diecinueve de agosto, Día del Mártir, es la fecha del fusilamiento de Alexandre Bóveda, cuyo crimen fue fundar el Partido Galeguista.

Las razones por las que el PP se ha unido por primera vez a esta celebración son ignotas. Como dudo que, de repente y por ensalmo, se hayan vuelto antifranquistas, manejo varias versiones del porqué de este apoyo.


Puede ser que los prebostes del PP gallego, como buenos seguidores de Alberto Núñez Fakejóo, se pensaran que el Día del Mártir se celebra porque Alexandre Bóveda era una pastorcilla virgen que se apareció a unos niños en una cueva, y por eso fue asesinada por los rojos en 1936. De todos es sabido que, durante la II República española, los rojos fueron fusilando sistemáticamente a todas las virgencillas que se aparecían en las cuevas, y por eso Franco tuvo que sublevarse y liquidar a media España. Nada es descartable en este lisérgico PP con el que convivimos. No hay que olvidar que el poeta español favorito de Isabel Díaz Ayuso es Julio Iglesias. Y que Fakejóo fue incapaz de citar una sola obra de Rosalía de Castro. Bienvenida sea su incultura si, gracias a ella, empiezan a homenajear no solo a Alexandre Bóveda, sino también a Lorca, a Miguel Hernández, a las Trece Rosas y a tantos otros asesinados del franquismo. Vamos a decirles que todos eran virgencillas mártires violadas y asesinadas por el abuelo bolchevique de Irene Montero, que yo creo que cuela. Y que Labordeta era una monja que bordaba, de ahí su nombre: a ver si así no dejan sin aire su fundación.

Si el PP gallego, sin embargo, homenajeó a Alexandre Bóveda sabiendo que no era una mártir virgencilla aparecida en una cueva, el asunto tiene más miga y, por decirlo de un modo barriobajero, más memoria histórica, más democracia y más civilidad.

La presencia del conselleiro gallego de Cultura -Román Rodríguez- en el homenaje a Bóveda y a los mártires del franquismo quizá le está diciendo a Fakejóo que hay un PP a la izquierda de Vox, que siendo nazis no se pueden conseguir gobernabilidades y que la cultura no son solo los toros.


Dicen los entendidos del ultrafaschismo que, tras Fakejóo, os tempos non son chegados para homenajes a Alexandre Bóveda. Que el descalabro monumental y casi ridículo del gallego (que pronto le va a pedir el voto a Josu Ternera), anuncia más el día de IDA que el de un PP moderado, ya que pedir un PP honrado es casi como creerse lo de la virgencita de la cueva.  En todo caso, desde aquí mi agradecimiento al PP gallego por haberse sumado al homenaje a los mártires del genocidio franquista y a Alexandre Bóveda. Que le dijo al tribunal que lo mandó asesinar: "Mi patria natural es Galicia. La amo fervorosamente, jamás la traicionaría, aunque me concediesen siglos de vida. La adoro más allá de mi propia muerte. Si entiende el tribunal que por este amor entrañable debe serme aplicada la pena de muerte, la recibiré como un sacrificio más por ella. Hice cuanto pude por Galicia y haría más si pudiera. Si no puedo hasta me gustaría morir por mi patria. Bajo su bandera deseo ser enterrado, si el tribunal juzga que debo serlo". Tenía 33 años, buena edad para el martirio. Y, tal que casi ayer, el PP gallego hizo ondear su bandera blanquiazul por debajo de la tierra. Ojalá no sea por despiste o ignorancia. A veces la esperanza da señales y haya algo más acá de Fakejóo, IDA y sus ventrílocuos abascales.

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