Diario de un altermundista

Somalia: ¿quiénes son los auténticos piratas? (1)

Tras el secuestro de la tripulación del atunero congelador Playa de Bakio, con base en Bermeo (Vizcaya), perteneciente a Pesquerías Vasco Santanderinas (PEVASA), y de que otro barco atunero vasco, el Playa de Aritzatxu, lograra hace un tiempo escapar de un grupo que intentó secuestrarlo en alta mar, Carmen Chacón decidió enviar al Ejército español al cuerno de África.En la actualidad, unos 40 buques pesqueros europeos faenan en estas aguas. La mayoría de ellos son españoles; el resto, franceses. Las asociaciones gremiales del sector, Anabac y Opagac, no tardaron en reclamar la protección militar. Otra de las empresas con intereses en la zona es la conocida empresa Calvo, que publicita en su web que tiene dos de sus barcos (Montealegre y Montecruz) faenando en las aguas del Índico, incluyendo las que corresponden a Somalia.Por todo ello, España ha enviado 395 militares, una fragata, un petrolero y un avión de patrulla marítima, dentro de una misión de la UE. Sin embargo, la opción militar no parece la mejor para acabar con la ‘piratería’ en Somalia, ya que no parece ser cosa de un grupo de parias olvidados por el sistema. Según la Cadena Ser, que accedió a un informe de la inteligencia militar europea, los llamados ‘piratas’ disponen de una estructura superior de informadores muy bien situados, que desde Londres les indican cuáles son las rutas de los barcos, sus cargas, sus nombres y sus nacionalidades... Somalia es un país con un Estado totalmente descompuesto en manos de señores de la guerra, que no ve la luz al final del túnel, donde la esperanza de vida es de tan sólo 47 años. Su economía se sustenta en el sector primario y de subsistencia, especialmente la ganadería y la pesca. Una pesca que, según testimonios locales, se ve afectada por la pesca en alta mar.Los asaltos a los pesqueros es una consecuencia más de esta situación contra la que no se puede luchar con el poder militar, porque la paz y la seguridad solo pueden garantizarse con el cese de la violencia y la creación de un clima idóneo de estabilidad y confianza para salir de la pobreza, y porque los verdaderos responsables de esta piratería parecen encontrarse más allá de las fronteras somalíes.

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