Puntadas sin hilo

Cosas que jamás entenderé

Arturo González

¿Por qué un alcalde o cualquier cargo público cobra más que el Presidente del Gobierno?
¿Por qué en 35 años de democracia solo se han convocado dos referéndums para saber qué piensa el pueblo?
¿Por qué en Grecia se prima con 50 diputados al partido ganador, aunque haya ganado por un solo voto?
Que un policía torture. Y que encima lo indulten.
Que haya ojos que no ven y sus corazones no sientan. Que haya millones de niños que mueren de hambre ante nuestra indiferencia o simple buenismo.
Que el Rey, voluntariamente, no haga públicos sus gastos y su patrimonio.
Que Rajoy, haga lo que haga y aunque nos hunda en la más espantosa miseria, jamás será imputado y mucho menos condenado por ello.
Que la Iglesia no se financie por sí misma, y sus fieles lo permitan.
Que ningún rico esté en la cárcel. Ni ningún político.
El Toro de la Vega.
Que la izquierda no se una.

Que alguien sea de derechas.
Que en España dos no se pongan de acuerdo ni aunque los dos quieran.
Que haya que envejecer.
Que se pongan trabas a un inmigrante y se le llame irregular porque o tenga unos papeles. Que el mundo no sea de todos.
Que no se pueda fichar a Bill Clinton, o similar, para dirigir el país (en la crisis) igual que se ficha a Mourinho, a Cristiano Ronaldo o los ingleses fichan a Silva.
Que seamos tan morbosos que en el fondo estamos deseando que rescaten a España.
Los independentismos en tiempos de uniones.
Que Rajoy no se quede en México y vuelva.
Los fanatismos, aunque los fanáticos no sepan que lo son. Todos somos fanáticos de algo.
Entre los mineros, que están hasta los cojones, como rezan en sus cantos y carteles, y los andaluces, que están hasta el gorro de los políticos, según afirma literalmente su Defensor del Pueblo, y conforme a todo lo aquí antedicho, no parece que estemos en la buena vía democrática.

Y seguro que hay muchísimas más cosas que ustedes tampoco entenderán jamás. ¿Quieren contarlas?

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