Posos de anarquía

Queridos reyes magos...

Queridos reyes magos, este año tan sólo les pido una cosa: háganse republicanos. En el país donde nací vive un rey como ustedes que no hace más que demostrar día a día lo caduco de su institución. Figúrense a qué extremo habrá llegado la cosa que el Estado se está gastando un dineral que dice no tener -o que quita de la Enseñanza y la Educación- para montar una mega campaña de propaganda de la Casa Real.

Mientras, los profesores me cuentan cómo sus plantillas se han visto drásticamente reducidas al tiempo que crece el número de alumnos por clase, cómo las clases de refuerzo rozan la veintena -adiós a la atención más personalizada-, cómo han de ir por el colegio quitándo uno de cada dos fluorescentes porque con el dinero que les da el Gobierno regional no alcanza para pagar la luz o cómo las evaluaciones, cuando ya no hay alumnos, las han tenido que hacer sin calefacción.

Ese es el país en el que el día de Nochebuena el rey apareció colocado como un maniquí en el televisor y quiso hacernos pensar que se acuerda de los jóvenes sin trabajo. En el mismo país en el que más del 21% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza y uno de cada cuatro ciudadanos está en paro. Él, que no puede vivir más alejado de la realidad y de la crisis, puesto que fue nombrado monarca por un dictador y refrendado por unos españoles en 1978 que ya poco tienen que ver con el país actual, viviendo, como bien dice la expresión, "a cuerpo de rey".

Hoy, dicen, es su día, y por eso la propaganda del régimen en favor del monarca se ha intensificado. Emitirán una entrevista en la que, curiosamente, a penas se tocarán temas de actualidad. No se le preguntará, por ejemplo, por los nacionalismos, ni por la idea de plantear un referéndum para que los españoles que quieran, al menos, puedan manfiestar oficialmente su disconformidad con pagar con un dinero que les quitan de su Sanidad o su Educación a una familia irreal, pura fachada, en la que hospitalizan al padre de familia, le operan de urgencia y su mujer tarda más de un día en visitarle. Un referéndum en el que los españoles que así lo deseen puedan dar la espalda a una monarquía impuesta, opaca, cuyo coste real se desconoce y cuya complicidad con los casos de corrupción se oculta.

Así que, mis queridos reyes magos, no caigan en el mismo error: háganse republicanos. Tan sólo les pido eso, porque ese será a buen seguro el mejor de los regalos para mucha gente. Así lo creo en mi país, donde echar el cierre a una instución pretérita como la monarquía sin duda alegraría muchos corazones. El mío, el primero.

Feliz año nuevo.

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