Vengo leyendo estos días que el corralito de Chipre es toda una lección de la Unión Europea. Una lección con posterior corrección, para no castigar robar a los pequeños ahorradores.  No les aburriré con mi punto de vista sobre lo terriblemente inhumanas que me parecen las políticas de Bruselas o, mejor dicho, las que dicta el capital a los politicuchos europeos y éstos, a su vez, las trasponen a los diferentes Estados miembros. De eso ya se ha escrito mucho estos días...

... Hasta los conservadores que apoyan al 100% las políticas neoliberales del PP han criticado el corralito de Chipre. ¿Por qué? Porque 100.000 euros son muchos euros y muchos de éstos neoliberales temieron por sus propios ahorros. No pensaron ni por un segundo en los pequeños ahorradores, esos que quizás, tiene guardados 10.000 o 15.000 euros, a costa de enormes sacrificios, como colchón para imprevistos, considerando como tal, tener que mantener a sus hijos porque un ERE que "flexibiliza el mercado del trabajo" les ha puesto de patitas en la calle.

Como digo, no les aburriré con eso. Sí lo haré, si me lo permiten, con esa asquerosa moral de la que presumen estos días algunos políticos europeístas, esa que les lleva a jactarse de dar una lección a las mafias rusas que guardaban sus ahorros en bancos chipriotas. ¿Saben qué? Ojalá aplicaran esa moral a las otras mafias, a esas legales que se ocultan tras el IBEX-35 y que ponen sus ingentes beneficios a buen recaudo en paraísos fiscales.

Ojalá se dieran lecciones de moralidad, incluso de verdadera democracia, con esos empresarios que almuerzan con el rey y el presidente del Gobierno de turno para hablar de Marca España, mientras muchas de ellas explotan laboralmente a trabajadores en otros países, saltándose a la torera el cuidado medio ambiental. Ojalá esa moral tan intachable de la que presumen con el "no todos los políticos somos iguales" se aplicara para cerrar todas las brechas fiscales que permiten que las grandes empresas no tributen un carajo.

Ojalá esa patada a la mafia rusa en el culo chipriota, como leí el otro día en un medio digital, se la dieran nuestros gobernantes a quienes hacen ERE con beneficios -y no pagan un euro al Estado, a pesar de lo prometido-, a quienes quiebran bancos impunemente con pensiones vitalicias y finiquitos millonarios, a quienes se les llena la boca con la "vocación de servicio público" cuando llevan toda la vida instalados en lo privado.

Ojalá... porque si no les dan ellos esa patada, alguien tendrá que hacerlo. Y es posible que no sea una patada.