Pedro Sánchez (PSOE) no está siendo buen estudiante. Antes del verano dejó el estudio de los exámenes para el final y le pilló el toro, suspendiendo la investidura. Condenado a ir a septiembre, durante estos meses ha cometido los mismos errores. A estas alturas y a menos de un mes para el examen del 23 de septiembre, todavía no ha cogido un libro. Mientras asegura que no repetirá curso -nuevas elecciones-, el resto de su clase y el profesorado con el que cierra ronda este viernes están convencidos de que sí.
Cuando el lunes que viene Sánchez presente a la Ejecutiva Federal del PSOE las 300 medidas programáticas con las que dice querer volver a negociar con Unidas Podemos (UP) estaremos ante el tercer programa electoral desde las elecciones del 28 de abril. No dice mucho a su favor que haya sido después de las elecciones cuando se ha reunido con los colectivos y agentes sociales para elaborar un nuevo marco programático.
Se le puede presuponer carácter voluntarioso, pero eso no basta para conformar gobierno. No haber hecho los deberes a tiempo vuelve a dejar menos de 20 días para sentarse a negociar con UP... si es que de veras lo que quiere es negociar, cosa que ya muchas personas ponen en cuestión. El ministro de Fomento José Luis Ábalos negaba esta mañana la intención del PSOE de acudir de nuevo a las urnas, pero no parece que el partido socialista esté poniendo demasiado empeño en evitarlo.
Desde Ferraz aseguran que el documento de 300 medidas ha hecho propias muchas de las propuestas que remitió UP este verano para intentar reactivar la negociación, para que Sánchez dejara de jugar a la pelota y cogiera de una vez los libros. De ser así, allanaría el camino, pero a la luz de los declarado hoy por Pablo Iglesias, UP mantiene en su punto de mira un gobierno de coalición, algo que el PSOE ya no avista ni siquiera en su retrovisor. Por momentos, más que un marco programático sobre el que negociar con UP pareciera que Sánchez ha confeccionado su programa para el 10 de noviembre, que presentará en sociedad con una buena faja de pronósticos favorables del CIS.
Con la cronómetro ya en marcha, con la presión innecesaria pero impuesta por Sánchez de la cuenta atrás del 23 de septiembre, ¿cuál de los dos partidos realizará concesiones? ¿Volverá a cometer el PSOE los mismos errores de ningunear, de olvidar al resto de fuerzas políticas sin cuyo apoyo no se mantendrá en La Moncloa? Parece que ésto último no, ya es algo.
Sánchez tiene ese punto entre soberbio y pillo del repetidor, ese enteradillo que está convencido de que controla los tiempos y eso es lo que le llevará a aprobar el test, copiando del examen de UP al tiempo que le obliga a realizar las oportunas concesiones. ¿Saben cuál es el problema? Que si suspende la prueba y repite curso -nuevas elecciones el 10 de noviembre-, los que realmente no pasaremos de curso seremos nosotr@s, la ciudadanía, con una derecha y una extremaderecha acechando para mandarnos varios cursos para atrás.