Luna Miguel

Estar en todas partes

 

Estar en todas partes

¡Maldito el Estado que monopoliza la educación! Rouco Varela se ha dado cuenta de que  los crucifijos de las escuelas públicas han ido desapareciendo, y eso, claro, no puede ser: los niños no aprenden sin la mirada baja de Jesucristo, sin sus harapientas ropas, sin la sangre de sus muñecas. Un aula no es un aula si sobre la pizarra faltan la bandera española, el retrato de los reyes y la cruz de madera. Para estudiar matemáticas hace falta Dios. Para estudiar literatura: Dios. Para cortarse con el serrucho en tecnología: Dios. La educación es un campo que afecta a "muchos actores" dice Rouco, y no queremos ver a nuestros pobres profesores de religión en las colas del paro. Qué desperdicio de almas, qué desperdicio de crucifijos, de biblias,  de últimas horas de los viernes. ¿Si no estamos ahí, en qué asignatura se van a saltar las clases nuestros fieles chavales? Se trata de financiar las clases de apoyo, de mejorar el material, de detener ese ‘fracaso escolar prematuro’ y esa supuesta estupidez que nos invade a los estudiantes de la generación ESO. Se trata de formación y cultura, no de fe. Aunque a veces hay que tener mucha fe para confiar en nuestro sistema educativo. Ante la voluntad y el acuerdo de los políticos en este proceso de mejora imagino a un Rouco sin fronteras. Un Rouco combativo: Vayamos a Bolonia. Decidamos también nosotros sobre ese plan destructivo, total, no lo podemos destrozar más. Sesenta créditos por oración. Prácticas confesionales para los dobles grados. Capillas en los campus. Estampitas en los apuntes. ¡Malditos Estados europeos que monopolizáis la educación!

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