Luna Miguel

Asunto: Nacho Vigalondo

Cuestión: ¿A favor o en contra? Segunda cuestión: ¿A favor o en contra de qué?

Retrocedamos. Semana pasada. Novio: ¿has visto lo que dijo ayer NV en Twitter? Luna: No, el qué. Novio: [explicación de los hechos.] Luna: vaya, esos son los chistes que nos contó aquella noche en aquel sitio. Novio: sí. Luna: entonces molaron... pero ¿contarlos en Twitter? Como se enteren sus jefazos lo largan. [Todo esto en tono natural, alegre y con la voluntad de olvidarse de un asunto que a nuestro parecer no iría más allá.]

Pasan los días y "el asunto" vuelve. NV pone en Facebook el enlace de un periódico chungo digital que malinterpreta ciertos tweets y tacha a NV de todo menos de "bonico". Me río. Aunque pienso: si a mi no me hizo del todo gracia, existirá gente a la que le habrá molestado muchísimo... bah, ya se les pasará.

No se les pasa. El País lanza un comunicado bastante catastrofista anunciando la expulsión de NV. ¿Cómorrr? ¿Qué es esto? Y por un lado me digo: ey Luna, sabes que hay que ser consecuente y que "el jeto" que promociona a ese periódico no debería nunca jugar con ciertos temas. Y por otro, también pienso: ey Luna, qué magnífica frase la del manifiesto pro-NV: "En cualquier caso, manifestamos nuestra disconformidad con una policía moral que decida en todo momento de qué nos podemos reír y de qué no".

Última cuestión. ¿Tengo que estar a favor o en contra de alguien? ¿Y si me da igual todo y digo que no me gustaron esos tweets, pero que periódicos sensacionalistas, haters y bloggers pesados deberían irse al infierno por avivar un asunto que podía haberse quedado en una simple y maldita anécdota? ¿Qué?

Más Noticias