Puntadas sin hilo

Gastroenteritis

Por fin Aznar se ha hecho humano y ha tenido que internarse con una fuerte gastroenteritis. Como la que padecemos todos los españoles. Nos cagamos de miedo para rebelarnos, preferimos aguantar la gastroenteritis de la crisis sin organizarnos y casi sin rechistar. Preferimos que nos desahucien, que nos arruinen, que nos humillen. Si hay alguna enfermedad ridícula es ésa. Somos incapaces de arremeter contra un sindicato de funcionarios que se descuelga de una huelga alegando que no es el momento y que es política. Somos, en realidad, unos pasotas conformistas, unos plácidos caganers, somos unos resignados falsamente religiosos. La gastroenteritis de la abulia política nos debilita hasta ya casi no tenernos en pie. Seguimos votando a los mismos, seguimos tragando con los empresarios, con los banqueros esquilmadores. Seguimos perdidos en las inútiles diatribas de izquierda. Contemplamos los ERE de los demás como si nos fueran ajenos. Envidiamos la riqueza de los ricos.

Pero Aznar se repondrá y nosotros seguiremos enfermos, desorientados, desnortados, sin saber qué hay que hacer, escuchando impertérritos las cifras del paro sin cagarnos en nada sagrado. Veremos cómo nos cuentan las mismas mentiras y lejanas promesas, sabiendo que entretanto unos morirán de la gastroenteritis de la pobreza y otros quedarán esclavos de por vida.

España es un inmenso lodazal de excrementos de aquel nuestro bienestar, una letrina que para nosotros han preparado los paridores del miedo, ellos seguirán defecando en sus lujosos váteres y retretes. Ya ni evacuamos lo mismo ni en los mismos lugares. Los ricos con los ricos, y los pobres a bofetadas con los pobres. El rey, el territorio, la educación serán las claves y consignas para la distracción, y Europa el gran W.C. Todos tenemos gastroenteritis, la gastroenteritis de desconocer de qué somos culpables y no tener ni un euro para limpiarnos, la gastroenteritis de tener con complacencia alma de víctimas. Aznar se curará, y nosotros seguiremos siendo el despojo de los poderosos. Porque la peor gastroenteritis es la mental que padecemos. Cual caganers nacionales, fertilizamos España con nuestro terror y desistimiento. Subámonos ya los pantalones.

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