Su ansiolítico en nuestras venas

.-Pixabay
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Las mujeres, para gran parte del mundo, somos una horda de privilegiadas que no paran de quejarse. En una nutridísima esquina tenemos a los machistas rasos, que no entienden a qué vienen ni tanta manifestación ni tanta pelea por nuestra parte, cuando es un hecho para ellos que, al nacer mujeres, ya tenemos la vida solucionada. Y si somos feministas ya ni te cuento, debido a que hay "grandes lobbys" (secretos, por eso no saben darte nombres) que nos untan mensualmente por, por ejemplo, protestar en Tuiter contra el sistema patriarcal. Lo llaman "la paguita".

Pero no queda ahí la cosa porque, como saben, también tenemos desde hace unos años a señores gritándonos desde otros balcones diferentes, aunque diciendo las mismas cosas: las mujeres somos unas privilegiadas, en este caos por ser "cis" (que significa "no ser trans"). De hecho, hace tiempo que se viene aconsejando desde diferentes esferas que a las mujeres se nos llame cosas como "no-hombres", el último caso ha sido una prestigiosa universidad de EE.UU., país del que hemos importado la teoría queer en sí misma. Es decir, los que dicen estar en contra de los machistas rasos vienen a decirles a ellos y a nosotras cómo nombrarnos, y ese cómo nombrarnos es en base a lo que no somos en comparación con el modelo que sí es: el hombre. Todo el mundo tiene claro qué son los hombres pero, gracias a esta importación yanqui, ya no tenemos tan claro quiénes somos las mujeres, así que lo mejor es decir: "no-hombre". La otredad llevada a su máxima expresión.

Pero somos tan privilegiadas que cualquier reclamación que hagamos lleva siempre a la ira del que escucha, incluso antes de empezar a escucharnos. Nos tratan como tratarían a una niña rica y tirana que tiene tantas cosas que ya llora por tener también las estrellas. La realidad, como siempre, corre por otros prados... Precisamente a esos que el feminismo no para de señalar, y es que según un nuevo informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, que luego hablaremos de ellos también), la mitad de la población mundial cree que los hombres son superiores a las mujeres como líderes políticos... Venga, un momentito para fingir sorpresa y seguimos. Porque eso no es todo, obviamente, y es que para rematar, el 25% del mundo, amigas, una personita de cada 4, cree que está justificado que los hombres maltraten físicamente a su novia, pareja, mujer. 

El informe también revela que en el ámbito de la política siguen siendo ellos quienes lo copan todo: solo el 9% de los jefes de Gobierno y el 11% de las jefaturas de Estado son mujeres (o no-hombres, como ustedes nos quieran llamar).

Pero que nadie tema, porque el informe también da unas recetas mágicas que, al leerlas, te entra una paz... miren, el PNUD dice que la solución está en invertir en políticas públicas, promover leyes de cuotas y luchar contra la desinformación. Vamos, si con estos ustedes no lo ven claro... Es como decirte: si te han tiroteado, ponte estas tiritas, malo será que no te hagan algo.

Yo sé que cuesta, porque al final somos gente de segunda, todo pasión y cero razón, somos el segundo sexo y las más malas de allí donde estemos. Pero, a lo mejor, lo mejor sería que escucharan ustedes a las feministas, a las mujeres que se parten la cara cada día en la calle, escuchen a las víctimas de violencia machista, a las que llevan años huyendo de sus maltratadores, escuchen a las activistas que llevan toda la vida luchando, escuchen a las mujeres para saber qué es lo que necesitamos las mujeres. Y ya si escuchan a las más vulnerables para saber qué es lo que necesitan las más vulnerables, sería una fantasía.

Sobre todo, dejen de medir la misoginia en el mundo y hacer gráficas de colores, señores de organizaciones con pasta, que aburren ustedes a las cabras. No se tiren el pisto midiendo el machismo si lo que van a decirnos a continuación es que el Estado debe invertir más aquí y menos allá. ¿Creen que las mujeres no nos damos cuenta de cómo es el mundo, que no lo vivimos, que no lo vemos cada día? Y, por favor, dejen de generar informes como churros usando siempre como sinónimos "género" y "sexo", si es que quieren que pensemos que saben de lo que hablan.

Dejen de adormecernos más. Todos ustedes y sus organizaciones son un goteo ansiolítico constante en nuestras venas. La cosa está así, hay que hacer esto. La cosa está asao y mejor esto otro. Lo que de verdad necesitamos (y ustedes lo saben mejor que nadie) es, como mínimo, una huelga indefinida de mujeres que haga temblar el mundo... ustedes incluidos, señores del PNUD. Estoy segura de que al menos dejarán de tomarnos por idiotas y se gastarán el dinero en otras cosas.

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