Buzón de Voz

Demagogia sobre la ayuda al desarrollo

Saldrán de inmediato algunas voces de las cavernas a criticar que el Gobierno de España se haya comprometido a dedicar 346 millones de euros hasta 2013 para ayudar a la reconstrucción de Haití. Puede que sean las mismas voces que proclamaban la "urgente necesidad de socorrer" a la población haitiana tras aquellos terribles 38 segundos que el pasado 12 de enero costaron las vidas de al menos 222.000 seres humanos. Se trata de quienes recurren a ese argumento demagógico de que no se puede gastar dinero contra la pobreza en el mundo "mientras en España haya un solo parado". Como si el dinero para ayuda al desarrollo se le restara a la inversión para el empleo. Se trata de quienes a menudo confunden la solidaridad con la beneficencia, y la justicia con la caridad. Curiosamente, esos individuos suelen despreciar todos los nacionalismos, excepto el que ellos mismos practican en defensa de la autarquía, en lugar de sentirse orgullosos de que su país sea uno de los que proporcionalmente más ayudan a los necesitados.

Si algo quedó claro ayer en la tercera conferencia internacional de donantes para Haití es que hay que exigir que funcione de una vez por todas la coordinación internacional. De los 998 millones de euros ya comprometidos en anteriores conferencias, se calcula que sólo 17 han llegado a la zona. Esa sí que debería ser una reclamación a éste y a todos los Gobiernos: eficacia y transparencia en el uso de los fondos.

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