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La suerte de los Neandertales

ORÍGENES // JOSÉ MARÍA BERMÚDEZ DE CASTRO

* Director del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana, Burgos.

Desde hace años los especialistas en el estudio de los Neandertales han buscado datos convincentes para explicar su completa extinción. A medida que se conocían mejor los rasgos anatómicos y la capacidad tecnológica de este grupo humano, más difícil resultaba comprender porqué desaparecieron en muy pocos miles de años, coincidiendo con la expansión de nuestra especie. Los Neandertales y sus antecesores del Pleistoceno Medio se adaptaron perfectamente a la estacionalidad y las condiciones cambiantes del hemisferio norte, con la alternancia de largos periodos glaciales e interglaciales. A las contracciones demográficas por el descenso de temperatura de las épocas glaciales, seguían expansiones de población que llegaban a ocupar buena parte del oeste de Eurasia. Los Neandertales y sus antecesores evolucionaron durante más de medio millón de años. El incremento de su cerebro y sus innovaciones describen la capacidad y las posibilidades adaptativas de esta especie tan humana.

La paleontología y la genética están de acuerdo en que no se produjo intercambio genético entre Neandertales y humanos modernos. Las evidencias están en contra de esta posibilidad, al menos en términos generales. Es más, la densidad demográfica de estas poblaciones era muy baja y las coincidencias, si las hubo, estarían relacionadas con la apetencia por los mejores territorios para las actividades de caza y recolección. A pesar de que algunas evidencias abogan por un contacto entre los Neandertales y las poblaciones modernas de Homo Sapiens que penetraron en Europa hace más de 40.000 años, el escenario de una eliminación de los grupos neandertales a modo de genocidio no resulta convincente.

Los modelos de exclusión por competencia entre especies que explotan un mismo nicho ecológico son bien conocidas. Nuestra especie surgió en África hace más de 200.000 años, pero durante miles de ellos permanecimos confinados en nuestros territorios. Las evidencias paleontológicas sugieren una frontera infranqueable para nuestra especie en Próximo Oriente, donde los Neandertales se hicieron fuertes al menos hasta hace 60.000 años. La evolución de nuestra especie debió llevar a la aparición de determinados caracteres biológicos, que resultaron ventajosos para la obtención de recursos. Quizás una mayor eficacia energética en sus desplazamientos debido a su peculiar anatomía corporal, quizás la capacidad para desarrollar el pensamiento simbólico, tal vez una mayor cohesión social, o puede que una combinación de éstos y otros rasgos biológicos, permitieron a nuestra especie competir de manera ventajosa con los Neandertales. Nuestra expansión demográfica fue entonces muy rápida con la consiguiente desaparición de las demás especies del linaje de los homininos.

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