Por Luis Arranz

* Biólogo y director del Parque Nacional de Garamba (Congo)

El Parque Nacional de Garamba fue el primer sitio donde se domesticaron elefantes africanos. Al principio se usaron para trabajar, pero con la llegada de los tractores y los camiones ya no compensaba, así que se empezaron a usar para que los turistas visitasen el Parque.

Hay un documental de Alan Root sobre Garamba en el que ha incluido imágenes antiguas, verdaderamente impresionantes, en las que se ve cómo cogían a los elefantes para domesticarlos, atándoles cuerdas en las patas y tirando de ellos.
Llegó a haber más de 150, pero ahora sólo queda uno. Es una hembra que se llama Kiko y que tiene 56 años. Ya se ha jubilado y aunque anda por ahí suelta, de vez en cuando viene al campamento a visitarnos. Debe de ser verdad lo que dicen sobre la memoria de los elefantes, pero yo creo sinceramente que se acuerda bastante más de la caña de azúcar que le damos cuando viene que de nosotros mismos.

Esta mañana, cuando he salido de la tienda, me la he encontrado tocando con la trompa el coche. O al menos eso creía yo. Medio dormido que iba y medio amaneciendo que estaba, he pensado que era Kiko, hasta que me he dado cuenta de que tenía los dos colmillos (Kiko tiene uno partido). Me he despertado del todo y me he quedado completamente quieto. En cuanto me ha visto, se me ha puesto de frente, ha movido las orejas, ha barruntado un poco y enseguida se ha dado la vuelta para meterse de nuevo en el bosque.

El desayuno, bien, leche con pan tostado y mermelada.