La ciencia es la única noticia

La radio de E.T.

CIENCIA DE PEGA // MIGUEL ÁNGEL SABADELL

Muchos científicos se preguntan si el llamado programa SETI, la búsqueda de inteligencias extraterrestres, no será un ejemplo clarísimo de ciencia de pega dentro de la propia ciencia. En el fondo consiste en escuchar la radio a ver si se nos cuela una emisora extraterrestre. Para justificar semejante postura se argumenta que si los E.T. tienen ciencia conocerán la radioastronomía y sabrán, como nosotros, que otras civilizaciones avanzadas también la conocen. Por tanto, el mejor camino para buscarlas es emitir/recibir mensajes en las bandas de radio que emiten los objetos celestes. Esta hipótesis puede resultar más o menos estúpida a quien la escucha, pero lo que se ha construido alrededor de esta idea sí que son ganas de marear la perdiz.

Todo comenzó en 1961, cuando la NASA patrocinó un estudio donde se discutió sobre "las implicaciones del descubrimiento de vida extraterrestre". Los científicos participantes no se quemaron mucho las pestañas pensando al concluir que las reacciones dependerían del sustrato religioso, cultural y social del momento. Las consecuencias de un encuentro fue tema central en el simposio celebrado en 1972 en la Universidad de Boston. Para el premio Nobel George Wald, "no concibo peor pesadilla que establecer comunicación con una civilización de las que llamamos tecnológicamente superiores". Otros, como Carl Sagan, cacareaban los grandes beneficios que tal contacto nos aportaría: "Restablecería un contexto cósmico con la Humanidad". Evidentemente, los temores de Wald encontraron poco apoyo entre los participantes.

El optimismo se desató a principios de los setenta. Se hablaba de nuestra "herencia galáctica" y de "la salvación de la raza humana" gracias al contacto, en un escenario tipo Enciclopedia Galáctica donde cada civilización aportaría su granito de arena a esta macropedia; significaría el final de nuestro aislamiento cósmico. Y todo motivado por la guerra fría y el temor a la autodestrucción: los científicos miraban a los cielos en busca de salvación. ¿A qué me suena?

Más Noticias