Posos de anarquía

El diálogo de Amazon en grupos de 30

Los próximos días 21 y 22 de marzo, l@s trabajador@s del almacen de Amazon en San Fernando de Henares (MAdrid) irán a la huelga. El motivo ha sido la intención por parte de la multinacional de no renovar el actual convenio colectivo y, en su lugar, acogerse al convenio provincial de Logística de la Comunidad de Madrid. Como consecuencia de ello, la garantía salarial, las horas extra, los complementos por bajas o las categorías se verán afectadas. Dos ejemplos: se eliminarán categorías intermedias, equiparándolas a la de mozo de almacén, o el pago de las horas extras en días festivos, en vez de pagarse al 120%, lo harán al 70%.

Amazon se jacta de ser "una empresa justa y responsable" que tiene "una cultura de diálogo directo". Claro, por eso elimina un convenio colectivo propio, fruto precisamente del diálogo, y se acoge a uno que le reportará más beneficios al tiempo que se precarizan las condiciones laborales.

Tanto le gusta el diálogo a Amazon que, según denuncia el sindicato CGT, la dirección ha ido reuniendo a l@s trabajador@s en grupos de 30 para advertir de lo que implica no aceptar sus condiciones. Diálogo a tope. No sorprende que el 75% dela plantilla -de 2.000 contratos, 900 son temporales- secunde la huelga y que absolutamente todos los sindicatos presentes en el comité de empresa (CSIT, CGT, CC OO y UGT) la convoquen.

En esas circunstancias, ¿cómo espera Amazon que alguien se ponga de su parte? De no apostar realmente por el diálogo, Amazon no sólo se enfrenta a su mayor huelga en Europa, superando a las vividas en Alemania, Francia e Italia, sino a un boicot que con el hashtag #DíaDelPadreSinAmazon pide a la ciudadanía que no compré en Amazon por el día del padre.

Al calor de las condiciones que ha creado el Gobierno de Rajoy para que precarizar el trabajo, para que las empresas tengan manga ancha para presionar a sus trabajador@s y abrazar una suerte de neoesclavitud, cada vez más vemos cómo se pisotean derechos laborales adquiridos. Ahora, con total desfachatez, las empresas piden a sus trabajador@s que se apunten de antemano en una hoja si van a hacer huelga -sucedió el pasado 8M-, lo que no es legal, o amedrentan a la plantilla en grupos de 30... ante todo eso, unidad, porque si todas y todos permanecemos junt@s, tanto trabajador@s como consumidor@s, las empresas no tienen nada que hacer, incluso si ganan alguna batalla, se embarcarán en una guerra perdida.

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