Desde que saltó la noticia del 'gol que le colaron' a la ministra de Trabajo con la creación de un sindicato para "trabajadoras sexuales", la mayor parte de la cobertura mediática ha caído en los mismos errores de siempre. El primero, las imágenes que apoyan a las informaciones, que acostumbran a mostrar a mujeres prostituidas que, por lo general, son víctimas de explotación sexual. ¿Para cuándo imágenes en primera plana de los puteros?
Las fotografías de mujeres 'decapitadas' para ocultar su identidad, de espaldas o, simplemente, los tacones de aguja han inundado estos días las noticias en los medios. Con contadas excepciones, no aparecía, por ejemplo, una imagen de un putero hablando con estas víctimas de la explotación sexual. No olvidemos eso -que también se suele obviar-: hablar simplemente de prostitutas es terminar por inferir que hay voluntad de serlo cuando, en realidad, son víctimas, hay sumisión en esa relación de superioridad que ejercen proxenetas y puteros.
Quienes ejercen esta posición de sometimiento -ya sea físico, psicológico o económico- gozan de invisibilidad en los medios de comunicación. Hay que visibilizarlos, hay que mostrar a los proxenetas detenidos, a los puteros demandando sexo por dinero... basta ya de estereotipos de tacones de aguja. Cuando vivía en Madrid, recuerdo cómo los puteros aparcaban en un solar abandonado para pagar por sexo. Duraron poco: a alguien se le ocurrió 'grafitear' en el muro las matrículas de los coches que allí paraban...
Por otro lado, el lenguaje es importante, es básico, y expresiones como "mercado del sexo" o "trabajadoras del sexo" son un error. Es preferible caer en un lenguaje repetitivo que eludir el hecho de que se produce una trata de seres humanos. Basta ya de hablar de "clubes de alterne" y hablemos "prostíbulos", dejemos de referirnos a "clientes" y hablemos de "puteros" o "prostituidores"... si me apuran, descartemos ya el término "prostituta" y utilicemos el de "mujer prostituida", porque todo ello restará esa suerte de dulcificación que hasta ahora ha llevado implícito el lenguaje empleado.
Los medios de comunicación jugamos un papel muy importante en la sociedad. No se trata de tomar partido, sino todo lo contrario, de acabar con los planteamientos seguidos hasta ahora que sí lo hacían, de presentar la realidad como es... y la realidad es que hay víctimas de explotación sexual porque, incluso en ese porcentaje mínimo al que se alude que se prostituye libremente se da o ha dado esa situación de sometimiento. Ese es otro debate, muy complejo y con muchas aristas, que es preciso abordar cuanto antes.