Posos de anarquía

Los colegios andaluces son un infierno

Los colegios andaluces son un infierno
Tal es el abandono de los centros escolares en Andalucía, que el alumnado tendrá que regresar a casa a las 12:00 horas para evitar golpes de calor. - Pixabay

Anda tan enredado Juan Manuel Moreno Bonilla rivalizando por ganar cuota de poder en el Partido Popular (PP) frente a Isabel Díaz Ayuso que se olvida de Andalucía. Mientras se erige como defensor de la Comunidad y acusa al Gobierno de España de insultar a la región, lo cierto es que ámbitos como la Sanidad o la Educación están cada vez más abandonados. El último patinazo de Moreno 'el moderado' ha sido verse obligado a permitir la salida del alumnado a las 12:00 horas por no haber acondicionado a tiempo los colegios para combatir el incremento de las temperaturas.

P. La diferencia es que el alumnado cursa sus estudios en instalaciones que debieran estar los suficientemente acondicionadas para afrontar el aumento de las temperaturas y las olas de calor. Padres y madres terminan por tener que dejar a sus hijos e hijas en colegios que no pasarían las normas mínimas de prevención de riesgos laborales de sus centros de trabajo.

En Andalucía, decenas de miles de niños y niñas solo conocen un barracón como aula. Buena parte de este alumnado, de hecho, cursará toda su Educación Primaria en aulas prefabricadas. Se dan circunstancias tan dolorosas como la vivida por el colegio público Daidín en Benahavís, el municipio con mayor renta per cápita de toda la provincia de Málaga. Allí, desde los barracones del centro escolar que alberga a casi 700 alumnos, a pesar de estar diseñado para 150, se pueden ver las urbanizaciones de lujo con viviendas cuyo precio se cifra en varios millones de euros.

Por otro lado, las obras necesarias en los edificios no han sido acometidas en tiempo y forma. Bastaría con que el gobierno de Moreno Bonilla cumpliera con la Ley de Bioclimatización de Andalucía, aprobada en gran medida gracias a la presión de la plataforma Escuelas de Calor. Sin embargo, la Junta apenas ha realizado las obras de refrigeración que contempla la ley en el 15% de los centros situados en las zonas consideradas de severidad climática: de 430 centros, únicamente 66. El abandono de la comunidad escolar por parte de la Junta de Andalucía es tan evidente que en algunos centros, incluso, han tenido que ser las AMPAS quienes compren y paguen de sus bolsillos los toldos para los patios, pues el adelanto de las altas temperaturas exponía al alumnado a insolaciones y golpes de calor.

Así las cosas, la solución por parte del gobierno de Moreno Bonilla de mandar al alumnado a casa a las 12:00 de la mañana ya ha sido tachado de "tomadura de pelo" por parte de la Confederación andaluza de asociaciones de padres y madres del alumnado por la educación pública (Codapa). No es para menos, porque para tapar la deficiente gestión que se ha realizado desde la consejería de Educación genera un nuevo problema: ¿qué padres y madres pueden salir de sus trabajos a mediodía para recoger a sus hijos e hijas?

La improvisación para resolver la ineptitud es la peor de las recetas. Lo mismo ha sucedido con los comedores escolares. La calidad de la comida en los centros educativos es tan ínfima y la inacción de la Junta tan evidente, que ha sido necesario constituir otra plataforma ciudadana: la de Comedores Dignos, que ya ha salido a la calle a manifestarse. No es para menos, pues las líneas frías a las que recurre el gobierno andaluz no alcanzan los estándares mínimos de calidad, con platos de cuchara aguados, fruta pasada... y, como resultado, niños y niñas cuyos padres realizan el esfuerzo de pagar el comedor llegando a casa con hambre, tanta, como para comer su primero, segundo y postre. La Junta hace meses que prometió el regreso de las cocinas a los colegios, pero no es más que otra promesa incumplida.

Moreno Bonilla se ha subido al tren de la insumisión que pilota Feijóo desde Génova. El PP ni cumple leyes nacionales, como la misma Constitución con la renovación del poder judicial, ni las europeas, con el atentado medioambiental que la Junta quiere perpetrar en Doñana, ni las andaluzas, como la Ley de Bioclimatización. No hay nada más peligroso que un gobernante que se salte las leyes a la torera. Hoy por hoy, ese es Moreno Bonilla. Quien a estas alturas aún lo considera moderado tiene un problema, ya no de miopía política, sino de ceguera total.

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