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El tataranieto de Bismarck se va por vago

Hay diputados que trabajan poco, pero algunos no dan ni golpe. Es el caso del democristiano alemán Carl-Eduard, conde de Bismarck. Llevan criticándolo desde mayo pasado porque no aparecía por el Bundestag ni para tomarse un café. El diario "Bild" lo bautizó como "el político más vago de Alemania". Hoy, su portavoz ha comunicado que abandonó su mandato el día 10 de este mes.

Bismarck, de 46 años, es el tataranieto del canciller del Reich Alemán Otto von Bismarck (1815-1898). No contento con desatender persistentemente sus obligaciones para con el pueblo que lo eligió, el aristócrata anunció que tenía intención de renunciar a su mandato el mes que viene. Eso, según las nuevas reglas para diputados federales, que entrarán en vigor en 2008, le hubiera permitido cobrar a partir de los 66 años una pensión de jubilación. Lo malo es que el gobierno de Angela Merkel ha decidido subir hasta los 67 años la edad de jubilación, conque el señor Bismarck no hubiera quedado muy bien. Como abandona ya en diciembre, "sólo" podrá cobrar una paga única de 40.000 euros. Pobrecito.

Abrumado por las críticas en la prensa, Bismarck hizo saber a través de su portavoz que el ya ex diputado donará a fundaciones benéficas el importe neto de la jubilación que le corresponde por su (no) presencia en la Cámara Baja. La excusa que ha dado para dejar el Bundestag es su deseo de "dedicarse a la familia".

El diputado ha cabreado incluso a sus compañeros de partido. Bismarck había justificado su ausencia parlamentaria con la "liquidación" de su oficina. "Pero como, por lo que sé, no ha estado en su oficina durante meses, así que no puede hacer como si hubiera tenido que liquidar algo en los últimos días. No hay nada que liquidar", ha señalado el democristiano Klaus Schille, secretario de Estado en el Ministerio de Finanzas de Kiel, capital del Estado federado de Schleswig-Holstein, donde Bismarck tiene sus castillos.

Vale ha pena ser diputado del Bundestag. A mediados del mes pasado, el gobierno les aprobó una subida de sueldo de nada menos que el 9,4 por ciento. Un diputado federal alemán gana 7.668 euros al mes. Es de esperar que trabajen un poquito más que el señor Bismarck.

Guillem Sans Mora / Berlín

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