El mapa del mundo

El gueto pasa hambre pero no se rinde

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Malas noticias para Israel, EEUU y la Unión Europea. La estrategia de imponer el bloqueo de Gaza para castigar a los palestinos por haber votado a Hamás en las elecciones de 2006 no termina de fructificar. Antes al contrario. A pesar de la responsabilidad de Hamás en la desgraciada suerte de Gaza, está ocurriendo lo contrario. Más aún después de los acontecimientos de Rafah.

La voladura de la barrera fronteriza ha servido para aliviar algo la desesperada situación del gueto de Gaza –porque es difícil llamarlo de otra manera– y para reforzar la imagen de Hamás. Al menos, sus dirigentes hacen algo por aliviar el bloqueo, dirán los palestinos. El Gobierno de Mahmud Abás sólo pronuncia discursos y recibe promesas. Cuando éstas últimas se cumplan, es posible que la ecuación se equilibre. Hasta entonces, unos jugarán el papel de salvadores y otros el de colaboracionistas.

Hamás continúa inmersa en la locura de pensar que se puede gestionar una Administración y, al mismo tiempo, continuar una guerra contra el invasor, cuando Gaza no puede sobrevivir con los accesos a Israel y Egipto cortados. Pero ningún palestino les obligará a cambiar de estrategia mientras Israel les exija la rendición. Ése es un precio que nunca pagarán. Los Gobiernos israelíes aún no han demostrado que abandonarán los asentamientos edificados sobre tierra robada. Cuando lo hagan, será más fácil presionar a Hamás.

Iñigo Sáenz de Ugarte 

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