CINCO NOTICIAS SOBRE LA FELICIDAD CON ÁNGULOS ESTÚPIDOS SOBRE LA FELICIDAD

CINCO NOTICIAS SOBRE LA FELICIDAD CON ÁNGULOS ESTÚPIDOS SOBRE LA FELICIDAD1. Los homosexuales están de fiesta en EEUU: se termina el infame acuerdo por el cual se podía pertenecer a los marines siempre y cuando se silenciara su opción sexual. Fue el avance de Bill Clinton frente a la situación anterior, cuando directamente estaba prohibido sincerar la opción sexual. Estamos de enhorabuena, sobre todo iraquíes y afganos: cuando les estén asesinando, tendrán la alegría de que su asesino tendrá plenamente reconocidos sus derechos sexuales. Aunque, visto desde otro ángulo, pensar esto quizá sea demagógico.

2. Se inaugura el AVE Madrid-Valencia. Entrevistan a gente. Dicen que es un lujo, como quien dice: qué buen día hace. Están entusiasmados: pueden irse por la mañana a Valencia, atravesarse una paellita y regresarse a casa. Obviamente, no baja de 120 euros (300 en bussines). Más el arrocito. Podemos recordar los desahucios. Algunas cifras dicen que, desde 2008, van 500.000. Medio millón de familias. Pero sería demagógico. "Es muy cortito, está muy bien" -dicen los viajeros del tiempo del AVE Madrid-Valencia-. Vamos bien. ¿O es que no es verdad que también se puede ir de crucero a la luna? Cuestión de ángulos.

3. Rubalcaba viaja a Afganistán. Y les dice a los soldados que tranquilos, que están allí, jugándose la vida, porque nuestra felicidad también se defiende entre las ruinas de Kabul. Que en un mundo interconectado la felicidad se consigue en cualquier lado donde los que amenazan la felicidad están conspirando.  "La libertad de los afganos es la libertad de los españoles".  "Todos dependemos de todos. Garantizar la seguridad aquí supone garantizarla en todo el mundo, también en España". "Estáis muy lejos de España, pero allí sentimos que estáis trabajando para nosotros, no solo para los afganos". Uno se imagina a los soldados españoles, cabra incluida, siguiendo el hilo de dónde podían ser útiles a nuestra felicidad. Y los piensa en el Banco Internacional de Pagos de Basilea, en Wall Street, en el vestíbulo de Moodys, en la Casa Blanca en Washington. Pero eso es demagógico. Porque todos sabemos que nuestro empleo o la edad de jubilación depende de esos barbudos malolientes que se esconden en cuevas a las afueras de Kandahar.

4. Lleno total en la misa en la Basílica del Valle de los Caídos en su reinauguración. ¿Recordamos que Benedicto XVI, esto es, el Papa, recomendó como lugar de peregrinación el Valle de los Caídos? No dan puntada sin hilo. Su coherencia es absoluta. Pueden no saber ni dónde está Honduras, pero hablan como un sólo hombre cuando se trata de condenar a Zelaya por su familiariedad con los chavistas. Los demócratas, mientras, pensando que molestan. Comida de Navidad de los abuelos presos del franquismo. No había nadie del Gobierno. ¿Tendrían que haberse personado? ¿Quizá la Ministra de Cultura? Estaba privatizando internet. Aunque relacionar estas cosas, puede ser mera demagogia. Ángulos, ángulos...

5. Se prorroga el Estado de alarma. Qué se le va a hacer. Primero militarizaron a los controladores aéreos, pero como yo tenía vacaciones en Canarias no dije nada. Y bien que me vino saber que no iba a tener problemas. Cinco días son cinco días. Luego militarizaron a los del metro, pero como ya lo habían hecho otras veces no me extraño, y así me ahorré darle explicaciones a mi jefe, que siempre se molesta si me retraso. Luego militarizaron el servicio de recogida de basuras, pero no me molestó porque yo no recojo la basura sino que la saco todos los días. Más tarde militarizaron a los periodistas, pero casi ni me dí cuenta, porque habían despedido antes a los que no eran guapos o graciosos, lo que no me molestó porque no soy periodista y los guapos y los graciosos me gustan para hacerme pajas y para reirme. Al fin militarizaron a los poetas, pero me da lo mismo porque no soy poeta ni leo poesía. Ahora vienen a por mí, pero seguro que es porque he hecho algo o por mi bien. Lo contrario, demagogia. Habitar en la cara oculta de los ángulos.

Y podíamos contiuar diciendo que lo que cuentan los cables refiltrados de WikiLeaks antes se llamaba imperialismo; que cuando el banco se queda con la casa y que aún le debes dinero de la hipoteca se llamaba lucha de clases; que el hecho de que cada vez haya más fútbol, sucesos y entretenimiento y menos noticias en la televisión se llamaba hegemonía; que el mentado G-20 decida por el mundo, antes se decía  élite del poder; que los mercados decidan por encima de las elecciones, se llamaba dictadura; que un grupito cada vez tenga más dinero mientras las mayoría cada vez tienen menos, se hablaba de oligarquía, etc., etc., etc.

Si buscamos nombres más actuales, igual nos entendemos. O quizá sólo sea pura demagogia. Ni siquiera depende del ángulo en el que estés, sino del ángulo desde el que decides mirar. Que seas feliz.

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