La lupa

¡Qué ricos los impuestos!

Nadie dudará que, por justicia y equidad, sobre todo en estos malos tiempos que corren, habrá que exigir más a los que más tienen. Así debería ser siempre: que los impuestos no carguen con más fuerza sobre los que apenas tienen su nómina y la letra del piso. La crisis ha vaciado las arcas públicas, y ahora se quiere hacer de la necesidad virtud para recuperar las señas de identidad. ¡Qué lástima que no se tuvieran más presentes cuando se decidió eliminar el Impuesto sobre el Patrimonio!

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