Otras miradas

¿Por qué la gente da por ganador al bloque conservador? Psicología de la manipulación

Marina Ortega

Psicóloga y diputada del PSdeG en el Parlamento de Galicia

Las encuestas indican una tendencia pero los resultados dependen de nosotros mismos. Las elecciones nos igualan a todos, vale lo mismo el voto de un empleado que el de su jefe. Lo mismo que sucede con la salud pública, que nos iguala a todos ante la enfermedad. Y precisamente eso, entre otras cosas nos jugamos el domingo.

Cuando todo un bloque conservador se confabula en una campaña hacia el ataque  personal y no hacia la propuesta argumental, algo falla. Cuando parte de la sociedad se contagia de ese odio infundado sobre una persona, la democracia está en peligro. Nadie lo cree porque llevamos décadas de paz y derechos reconocidos, pero lo mismo pensarían en otros países cercanos en los que en pleno siglo XXI llegaron a conflictos bélicos. Es evidente que cuando se pretende manipular, mentir e infundir odio sobre una persona, lo que se está es manipulando la psicología de masas, la psicología de los españoles y españolas que no tienen tiempo de contrastar las mentiras que se escupen sin pudor.

Los derechos no son eternos, hay que asentarlos y blindarlos. Nuestros hijos corren el peligro de vivir bajo una política de odio en contra de la argumental y de ideales en la que crecimos varias generaciones.

No podemos permitir a estas alturas, que un líder mienta a la cara de todos los españoles en el debate electoral sin pestañear, imaginémonos si llega al poder. Tampoco que una periodista de la televisión pública lo desenmascare y se vea amenazada laboralmente. El domingo tenemos que pensar en ella al votar, porque ella ha hecho lo que muchos estábamos deseando hacer, ha desenmascarado sin miedo al que pretende gobernarnos a base de mentiras. Castiguemos el domingo el cinismo político.

Vivimos en la era de la información, veamos los datos macroeconómicos, las medidas que tomó este gobierno en la crisis de la pandemia y comparémoslas con las de 2008 cuando el gobierno del PP nos quería hacer sentir culpables a la ciudadanía diciendo que vivíamos por encima de nuestras posibilidades.

Después de la pandemia, la inflación y todo lo que vivimos los últimos años, tuvimos un gobierno solvente, trabajador y que llenó de autoestima a nuestro país a los ojos de Europa. El derrotismo y el odio sólo traerá austeridad y retroceso. Nuestro país vale mucho, tiene potencial y por ello nos podemos permitir altura de miras, no sólo a nivel europeo sino también internacional, no queremos liderazgos acomplejados que recorten nuestros derechos y nos acusen de vivir por encima de nuestras posibilidades. La historia la escribe el pueblo, no las encuestas ni los que pretenden manipularnos. De ti depende.

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