Otras miradas

En esta Conversación, Gianni Vattimo (1936-2023)

Santiago Zabala

Profesor de Investigación ICREA en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Autor de artículos publicados en The New York Times, Al-Jazeera y The Guardian, y de varios libros sobre filosofía política

El importante filósofo italiano Gianni Vattimo. -Ministerio de Cultura de la Nación Argentina / Wikimedia
El importante filósofo italiano Gianni Vattimo. - Ministerio de Cultura de la Nación Argentina / Wikimedia

Era muy temprano por la mañana en el aeropuerto de internacional de Beijín. Gianni y yo estábamos esperando al avión que nos llevaría de vuelta a Europa después de una interesante conferencia con nuestros colegas chinos. Por alguna razón empezamos a hablar sobre amigos y familiares que se habían muerto. A un cierto punto le pregunté: "¿dónde fueron?". Gianni me miró y dijo: "Están aquí. En esta conversación".

Lamentablemente, el anuncio de la muerte de Gianni Vattimo no fue una sorpresa para sus amigos cercanos, colegas, y estudiantes porque su salud se había deteriorado rápidamente estos últimos dos años. Le costaba caminar y su voz era irreconocible. Aunque seguía leyendo, escribía muy poco. Estaba débil, como su filosofía que llamaba "Pensiero Debole," "Pensamiento Débil." Pero este pensamiento no es una debilidad del pensamiento como tal, sino la más fuerte filosofía que hay porque asume su debilidad al fondo y puede practicar una fuerte teoría de la debilidad.

Vattimo dedicó su vida a debilitar absolutos: el Ser, Dios, ideología, violencia y más recientemente la vuelta al realismo. Ahora nos toca a nosotros – sus alumnos, colaboradores, y lectores – seguir "debilitando la filosofía" que es como titulamos el libro homenaje por sus setenta años. En él se pueden encontrar ensayos sobre su filosofía de Umberto Eco, Jean-Luc Nancy entre otros pensadores que consideraban a Vattimo un filósofo indispensable para comprender la religión, el arte, y la política en esta época de hechos alternativos.

No creo que Gianni hubiese querido que este obituario sea sobre hechos de su vida – los pueden encontrar en su autobiografía No Ser Dios (escrita con Pier Giorgio Paterlini – o sobre su contribución filosófica – disponible en muchas monografías sobre su pensamiento como el reciente The Vattimo Dictionary editado por Simonetta Moro. Los hechos, como él seguido explicaba, son cosas pobres, aburridas y banales, inútiles sin nuestra interpretación, es decir, contribución intelectual. Voy a simplemente recordar algunas anécdotas sobre Gianni para seguir la conversación que está al centro de su filosofía y vida.

Estas anécdotas, espero, van a también revelar uno de sus objetivos de vida: seguir a Nietzsche cuando preguntaba: "¿Quiénes se mostrarán aquí como los más fuertes? Los más moderados, los que no tenían necesidad de dogmas extremos, los que no sólo aceptaban una buena parte de la casualidad, del absurdo, sino que la amaban; los que pueden pensar en el hombre con una significativa aminoración de su valor, sin por eso empequeñecerse ni debilitarse". No tiene que sorprender que este pasaje es uno de los favoritos de Vattimo que ha dedicado tantos años de su vida a interpretar la gran obra de Nietzsche.

Apenas me inscribí en el grado de filosofía en la Universidad de Turín fui a ver un respetado profesor de filosofía en Roma que también había estudiado en la ciudad donde Nietzsche se volvió loco. Visto que era un viejo amigo de mis padres, estaba seguro de que me iba a dar buenos consejos sobre los cursos, profesores, y lecturas. Su consejo, sin embargo, fue muy diferente de lo que yo me esperaba: "No termines en una jaula Heideggeriana". No estaba seguro de lo que quería decir, pero me había parecido que tenía que ver con la alegoría de la caverna de Platón. Sin embargo, unos meses después le conté esta historia a Vattimo, a quien acababa de conocer, y me dijo sonriendo: "antes de preocuparte de ser prisionero de una jaula Heideggeriana tienes que crear una".

En diciembre de 1999 Gianni me sugirió asistir a una conferencia organizada a propósito del jubileo 2000 en la Sorbonne. Cuando llegué, inmediatamente me presentó a algunos participantes y, como suele ocurrir en la academia, uno de estos profesores era particularmente arrogante. Mientras que George Steiner y Charles Taylor fueron muy amables y se mostraron interesados en mi tesis, otro famoso filósofo (cuyo nombre no voy a revelar) apenas me dio la mano mientras miraba hacia otra dirección con un aire de superioridad. Más tarde le pregunté a Gianni: "¿Cómo puede alguien ser tan arrogante con un estudiante? Me entristece saber que hay académicos así". Gianni, de nuevo sonriendo, me miró y dijo: "en lugar de estar triste tendrías que tenerle pena. No tiene nada más que su arrogancia".

Cuando el rector de la Universidad Pompeu Fabra – Jaume Casals, también filósofo – me dio luz verde para persuadir a Gianni de traer sus archivos a Barcelona, fue más fácil de lo imaginado. No estaba solamente contento (cómo se puede ver en este vídeo de la inauguración en YouTube) porque iban a estar situados en la biblioteca de una Universidad respetada, pero también porque estando en el extranjero iban a atraer más atención que si se quedaban en Italia. "Si los archivos de Jaques Derrida están en California," dijo, "tiene sentido que los míos estén en Barcelona. De hecho, mejor, considerando que no es tan lejos." Tengo que agregar que cuando recogimos sus documentos estaba sorprendido de la cantidad de papeles que emergieron de su biblioteca. Artículos sobre su filosofía de John M. Coetzee, cartas de viejos amigos como Umberto Eco, Françoise Lyotard, y muchos otros.

Hay más anécdotas que podría rememorar – como cuando, durante un partido del mundial de la FIFA en 2018 de repente me dijo "Oh, me olvidé de contarte, el Papa me llamó ayer" – que mostraban cómo su actitud irónica hacia la vida siempre prevaleció sobre su posición de respetado profesor, autor, y dos veces diputado europeo en el Parlamento Europeo. Probablemente es por eso que siempre me recordaba que no hay que preocuparse demasiado de los debates filosóficos porque nunca se persuade al otro. Y cuando lo logras, no lo van a admitir rápidamente. Gianni permanece con nosotros en sus clases, libros, y también anécdotas como estas que son parte de la conversación a la cual se refería esa mañana en Beijín.

Publicado en el Los Angeles Review of Books el 19 de noviembre. Traducción: Ana Carolina Quiñonez Salpietro.

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