Otras miradas

Telegram y El desierto de lo Real. Skynet en Semana Santa

Guillermo Zapata

Telegram y El desierto de lo Real. Skynet en Semana Santa
Imagen de un robot similar a Skynet, creada por Shawn Suttle - Pixabay

No llegó el apocalipsis digital. El Juez Pedraz, tras ordenar el inmediato cierre de Telegram notó cierta marejada y dijo: "De todas maneras, mirad a ver qué es el Telegram ese porque aquí parece que estamos tocando el corazón del sistema". Los ocho millones y pico de usuarios de Telegram podemos respirar tranquilos, Alvise podrá seguir utilizando el canal para promocionar su candidatura a las elecciones europeas. Sin embargo, el momento Telegram volvió a dar cuenta de un "estado de las cosas".

Skynet es el nombre que recibe la inteligencia artificial que lidera el ejército de las máquinas, que crea los Terminators que viajarán al pasado una cantidad ya bastante importante de veces para matar y/o salvar a Sarah Connor, a su hijo John y a partir de ahí, a varias paradojas temporales más. Skynet es la enésima expresión de la ansiedad tecnológica con la que los seres humanos nos hemos enfrentado a futuros inciertos fruto del desarrollo industrial, la automatización, la digitalización y suma y sigue hasta llegar a nuestro hoy.

La guerra contra las máquinas también era lo que latía en la tetralogías de películas que las hermanas Wachowski produjeron con Matrix (había, efectivamente mucho más. Hablamos de la pieza audiovisual queer peor interpretada por parte de la incelencialidad de la historia)

Si el primer Matrix daba cuenta de la tensión entre las fantasías de poder de la ideología posmoderna de finales de los noventa, en el cenit del neoliberalismo, y los primeros fallos del sistema como máquina de explotación perfecta, su última entrega, la minusvalorada Resurrections, se asoma al presente tóxico de las redes sociales y la fase de decadencia de ese mismo neoliberalismo, convertido ya definitivamente en otra cosa.

En Resurrections ya no hay diferencia entre Zion y Matrix, entre la simulación digital y "el desierto de lo real". La película presenta dos sistemas híbridos: el de la dominación masculina tóxica y sus máquinas de simulación y el de la liberación queer y sus máquinas de intervención en la simulación. Las máquinas, en fin, ya no son el adversario exactamente. El adversario es la forma de dominio detrás de la máquina. Tremendo galimatías, pero hay persecuciones en moto con señores oficinistas convertidos en hombres-bomba intentando destruir a Trinity. No os la perdáis.

Una amiga que está estudiando oposiciones me contaba durante estos días de vacaciones que es importante elegir bien la academia para garantizar confianza en la documentación, porque cada vez más hay temarios que se venden en Internet y que han sido generados por IA, con lo que tienen bastantes fallos. El motivo de que tengan fallos no se le escapa a nadie. No se está utilizando la IA para facilitar procesos, sino para abaratarlos.

Hace pocas semanas las redes se llenaban de imágenes de un falso parque temático basado en Charlie y la Fábrica de Chocolate que atraía a las familias con imágenes generadas por IA y luego resultaba ser un almacén abandonado, unos actores en precario con pelucas imposibles y unos Cheetos Pandilla resecos en un plato de plástico. Un poco al estilo de la casita de chocolate en la que la bruja se intenta comer a Hansel y Gretel.

Fallos en Matrix nos hablan de las dificultades para pasar de la simulación digital a la materialidad. Quizás por eso, Apple lanzó hace apenas unos meses sus gafas digitales que también se volvieron virales entre la fascinación y la mofa. Hace algunos años, en su espectacular libro (H)adas, mujeres que crean, programan, prosumen, teclean, la ensayista Remedios Zafra se preguntaba por el cruce entre género y tecnología. Y si hay algo que podemos afirmar con la misma rotundidad que las hermanas Wachowski es que la inmensa mayoría de los productos de alta gama (las gafas cuestan 4.000 dólares), cuya función más básica es el aislamiento del entorno y las fantasías de poder digital, están pensados para un consumidor masculino.

Pero volvamos a la tensión entre lo simulado y lo material y cómo se relaciona con lo verdadero y lo falso. Hace unos días salió a bolsa Truth Social, la red social de Donald Trump, y las acciones de la empresa se dispararon. Resulta que Truth Social tiene cinco millones de usuarios. Para saber si esto es mucho merece la pena mirar cuántos usuarios tienen las otras grandes alternativas de Twitter: Threads tiene 130 millones de usuarios. Mastodon tiene algo más de seis millones y Bluesky tiene 5,2 millones de usuarios. La empresa de Trump en el ejercicio anterior dio perdidas. Varios analistas han señalando que la subida del precio podría estar orquestada por entusiastas del presidente del gobierno y estás generando una burbuja. Algo similar pasó hace algunos años con el conocido caso GameStop. La acción bursátil como meme.

Hace unos días apareció una noticia que señalaba que, a partir de ahora (siendo ahora siempre una unidad de tiempo extraordinariamente ambigua), Instagram no iba a permitir contenidos "políticos". Qué es político es algo que aún no se ha aclarado. Al mismo tiempo, la Cámara de representantes de los Estados Unidos aprobó una ley que tiene cómo objetivo fundamental poder prohibir TikTok en el territorio. Se habla de radicalización de los jóvenes gracias al algoritmo, pero los responsables de TikTok repiten que no es así, que los jóvenes simplemente están radicalizados y muy especialmente por lo que está pasando en Gaza. Si hay un momento para que las grandes plataformas de comunicación se pongan a filtrar contenido es, sin duda, durante un genocidio.

La máxima expresión del cine reaccionario de prestigio, Cristopher Nolan, tuvo su propia respuesta a las rebeldes películas de Matrix y Terminator. Se llama Inception. En Inception no hay ya rebeldes, sólo intereses corporativos. Tampoco hay más experiencia que la subjetiva. El poder de una idea, una única idea, sin contexto, sin "desierto de lo real" puede cambiarlo todo. Basta con infiltrarla en un cerebro poderoso.

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