Rosas y espinas

Fondos buitre sobre los pueblos de España

Imagen del pueblo de Burguillos colgada en la web del mismo Ayuntamiento de Burguillos.
Imagen del pueblo andaluz comprado por un fondo buitre colgada en la web del propio Ayuntamiento de Burguillos.

Sobrevuelan fondos buitre los pueblos de España, y no hablo hoy en alejandrino porque me haya levantado con cuerpo de Góngora, sino porque es la ruda, pura, puta y rural realidad. El pueblo sevillano de Burguillos, 7.000 habitantes y cuna de la insólita cupletista Marifé de Triana, está a punto de pasar a ser propiedad del fondo buitre norteamericano KSAC Europe Investments.

Burguillos se fue endeudando en los últimos años por razones inescrutables, con gobiernos alternativos de PP y PSOE, y por alguna también inescrutable razón los tiburones de KSAC decidieron desde cualquier rascacielos de Wall Street que sería buen negocio comprar la deuda de un pueblillo de la Andalucía interior.

Lo primero que se me viene a mientes es preguntarme quién coño les filtró a las hienas financieras de Manhattan que Burguillos existe, dónde está Burguillos y que Burguillos tiene una deuda comprable con la que poder especular. No imaginaba yo a Gordon Gekko infiltrándose de hortelano en Burguillos para estudiar los pormenores del negocio y el chorro de la fuente, como cuando Bugsy Siegel soñó construir el primer casino en el árido desierto de Las Vegas mientras meaba de campo.

Ahora KSAC Europe Investments ha decidido ejecutar la deuda y quedarse con el pueblo, o sea, con el 75% del patrimonio de Burguillos, incluyendo cuentas bancarias, fincas e inmuebles, y quizá también la iglesia de San Cristóbal Mártir y la ermita de Nuestra Señora del Rosario Coronada, donde no me extrañaría que pusieran un McDonald’s o una estación espacial.

Desde hace muchos años, estamos permitiendo que los fondos buitre compren nuestras casas, nuestras tierras, nuestro aire, nuestras aguas, nuestras esperanzas y nuestra soberanía. Pero lo van haciendo por barrios, por bloques, casi sin que nos demos cuenta, sedando nuestro precipicio hacia la pobreza y la esclavitud. El buitre financiero te come tan poco a poco que no te das cuenta de que eres un cadáver hasta que picotea el último de tus ojos y te dice con sonrisa de Rodrigo Rato: "Es el mercado, amigo".

Una cosa es eso y otra que una noche te acuestes burguillero y a la mañana siguiente tu gentilicio sea ksacero, porque tu pueblo, tus paisajes, tu alcalde y tus recuerdos son ahora propiedad de una marca comercial, que es lo que está sucediendo en Burguillos.

Los efectos prácticos de que tu pueblo sea un activo especulativo de un fondo buitre son difíciles de discernir. Quizá todo se limite a sustituir al cura por un agente de bolsa con aires de predicador, pero sospecho un futuro mucho menos halagüeño.

Los economistas llevan años constatando que el neoliberalismo provoca más crecimiento de la rentabilidad del capital ficticio especulativo-parasitario (dinero que solo produce dinero) sobre el de la economía real (dinero invertido para producir y dar trabajo). Los grandes oligopolios empiezan a tener más poder económico que los propios estados, y un día un saudí te compra las comunicaciones del país y al día siguiente un especulador yanqui se zampa en plan take-away un pueblo sevillano de 7.000 habitantes como Burguillos.

Si yo fuera burguillero, más joven y menos vago me montaba una inmediata revolución comunera y lucharía a sangre y muerte por liberar del fondo buitre a mi pueblo sevillano. Lo malo es que en esta guerra no tienes a quien cortar la cabeza o ensartar con tu lanza, lo cual a un revolucionario le resulta muy desmotivador. El capital es una plaga que devora sin dejar claros culpables. Las víctimas sí son fáciles de ver.

Si esta distopía sigue su insano curso, dentro de no mucho los fondos buitre irán adquiriendo pueblos y ciudades y provincias, y al final, como hacen ya con los estadios deportivos y las estaciones de metro, nos obligarán a cambiar de nombre. Lehman Barcelona Brothers será la nueva capital condal.

Ay, Burguillos, vendido por la cobardía de una civilización en venta. De una civilización con vocación de carroña para buitres como KSAC Europe Investments. Los cuervos de Edgar Allan Poe eran mucho menos siniestros. Lo de que un fondo buitre compre un pueblo de Sevilla y sus almas, es más de Tirso de Molina o de Stephen King. Ay, Burguillos.

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