Mi televisión y otros animales

Aquí hay debate

Recupero una de mis citas pedantes favoritas (ya ha salido otra vez en el blog, pero para una que sé....). La anécdota cuenta cómo un escritor bisoño le pidió a Flaubert un argumento con el que pudiera demostrarle el gran literato que podía llegar a ser. El bueno de Gustave le contestó: "Sí, apúntelo usted. Un hombre y una mujer se aman, punto final. Si lo desarrolla usted con talento, le sale La cartuja de Parma; ahora no es probable".

Transpongamos: "seis personajes públicos debaten sobre la actualidad, punto final. Si lo desarrolla usted con talento, le sale 59 segundos; ahora, si lo hace en Telecinco, no es probable". De hecho, lo que te sale es La séptima silla. Que es como El séptimo sello, pero más reposado. Por lo demás, también salen la muerte y los cruzados y alguna que otra peste. Eso sí, nadie juega al ajedrez.

Diferencias fundamentales: bueno, al debate de La 1 suelen ir directores de los principales periódicos de este país (¡ese Félix Monteira! Ejem). En el de Telecinco está Pepe Sancho. Que el primer día de 59 segundos estaban Quique San Francisco y Anabel Alonso, pero porque se suponia que iban a aportar una nota de humor intencionada. Es curioso como se puede cometer el mismo error en sentidos diametralmente opuestos.

Además de los opinadores "expertos", se intercalan las palabras de un grupo de gente "de la calle". Lo que pasa es que uno de ellos ya era uno de los expertos de Soy el que más sabe de televisión del mundo. Patxi, que me alegro de que hayas encontrado otro trabajo, pero vaya canteo, ¿no?

Los temas. Arrancamos relativamente bien, con el tema del muchacho que atacó la herriko taberna de Lazkao. De ahí pasamos a la supuesta sentencia homófoba y después ¡a la infidelidad! Tomando como base un supuesto test cornucopiadetector. El único que ha apuntado que Telecinco con esto se balancea sobre sí misma es Pepe Sancho, del que estoy esperando que diga "cojones" en cualquier momento, porque es el actor que mejor dice esa palabra de España y al que han debido engañar mucho (o con mucho).

Ahora van a pasar a hablar del caso de Marta del Castillo (sí: escribo en directo, ¡toma!) y creo que voy a cambiar de canal alegremente, porque la combinación de este asunto con Telecinco me da más miedo que mirar Viernes 13 en un campamento acompañado de una virgen unto a una fábrica de motosierras.

La séptima silla, la supuesta protagonista del programa, ha estado ocupada hasta ahora por Irene Villa, la madre de una de las víctimas del chico que se defendió con 57 puñaladas (ya tenía que estar asustado, ya), ¡Gemma Ruiz! y Antonio del Castillo, padre de Marta. De él se ha dicho: "qué lástima, por Dios, de hombre. Qué lástima". Amigos de realización, hay que cortar el sonido antes cuando pasamos a publicidad. En cualquier caso, verán lo poco que tardan en asomar por ahí los que cualquiera de ustedes están pensando.

Entre los grandes momentos del programa, destaco a Sandra Barreda intentando volver a los cauces del morbo cuando alguno de los contertulios se iba por la vía seria del tema, a Melchor Miralles soltándole a Gemma Ruiz que su separación "no la he seguido porque no me interesaba" y el siguiente grafismo: "Alberto Berti, siempre infiel", identificando a un invitado.

Sospecho que en algún lugar de la carretera de Fuencarral, alguien rebusca en un almacén mientras se pregunta dónde habrán metido unos escuetos conjuntos de mamachicho.

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