Todo es posible

Elogio del cerdo

Me asombra que el PP compare, para mal, el estado de nuestra economía con la griega y le diga a Zapatero que tome medidas para evitar que lleguemos a la misma situación calamitosa. Se muestra, además, reticente con la generosa ayuda del Gobierno español al plan de rescate de sus socios mediterráneos. Vayamos por partes. En primer lugar, los PIGS (portugueses, italianos, griegos y españoles) deberíamos ser especialmente solidarios. Aunque algunos, con prepotencia y desdén, nos llamen PIGS (cerdos, en inglés) habría que proclamar las grandes cualidades de este animal doméstico que, además de proporcionarnos un nutritivo y exquisito manjar, nos sirve de gran ayuda científica.

Hecha la reivindicación de la especie porcina, los populares parecen olvidar que Grecia está viviendo los efectos de la rapiña de sus anteriores gobiernos. Las dos últimas legislaturas estuvieron marcadas por el despilfarro, los casos de corrupción, la pésima gestión de los incendios forestales, la represión policial en las manifestaciones ciudadanas y el engaño respecto a la magnitud real de sus deudas. Tal era el caos, que el conservador Karamanlis tuvo que adelantar los comicios. El socialdemócrata Papandreu se encontró al país sumido en la peor crisis de los últimos 35 años. De aquellos polvos, estos lodos. El otro día escuché a un predicador ultraderechista decir que los griegos protestan contra las medidas draconianas para reducir el déficit porque, como buenos mediterráneos, son unos vagos. ¡Qué disparate! Se manifiestan porque les duele pagar los platos rotos de la clase política tramposa y corrupta que los llevó a la ruina.

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