Todo es posible

¡Qué grande es Europa!

Todos los países de la Europa democrática han apoyado la heroica rebelión de los ciudadanos árabes que, cansados de tanta miseria y opresión, se han levantado en armas contra los tiranos. Otro asunto es qué hacer con las víctimas y desplazados de la guerra. A Italia y Malta les ha tocado la china, por ser los países más cercanos a Túnez y Libia. Son incapaces de contener el alud de inmigrantes que han llegado a sus costas y piden ayuda al resto de la Unión Europea. Tras un intenso debate para quitarse el muerto de encima, los Veintisiete le han dicho a Berlusconi que se las arregle como pueda. Hay quien dice que se lo tiene bien merecido, por haber sido el máximo defensor de endurecer la política de inmigración. Otros protestan con la boca pequeña y aceptan hacerse cargo de unas cuantas docenas de perseguidos políticos procedentes de Malta. Los de Lampedusa han huido por motivos económicos, así que no tienen derecho de asilo y deben ser repatriados.

Lo que hay que hacer, sugiere la mayoría, es reforzar las patrullas navales en el Mediterráneo para impedir la inmigración ilegal y negociar con los países de origen para que retengan el tránsito. Francia se ofrece a aceptar la presencia en su territorio de los que estén debidamente documentados, tengan recursos económicos y se comprometan a volver a Italia. Las autoridades británicas, según ha revelado Financial Times, serán aún más generosas. Están dispuestas a conceder el permiso de residencia permanente a los inmigrantes que inviertan grandes sumas de dinero en Gran Bretaña. ¡Viva la Europa solidaria!

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