Trabajar cansa

Subidón en la Europa bipolar

 

En la Europa bipolar que vivimos, estos días toca subidón: los bancos centrales inyectan dinero, las bolsas se disparan, la prima se relaja, el euro recupera frente al dólar, el Tesoro coloca la deuda, y los líderes europeos se vienen arriba, venga, ahora sí, tenemos diez días para salvar el euro, a por ellos, oé, oé. Yo que ustedes no me confiaría, porque tras el subidón siempre viene el bajón, y ya tenemos muchas experiencias recientes de momentos de euforia que desembocan en una depre de caballo.

El último año y medio ha sido pura ciclotimia, un gráfico de dientes de sierra, una montaña rusa. La secuencia se repite una y otra vez: tras unos días postrados, de repente levantamos cabeza, encadenamos unas pocas noticias buenas o no tan malas, las bolsas recuperan, la deuda afloja, y todo conduce hacia una cumbre europea llena de expectativas, histórica, la de la verdad, el momento de salvar al euro. Luego, pasa la cumbre con más pena que gloria, y la Europa bipolar se tira otra vez de cabeza al pozo, vuelven los titulares tremendistas, pánico, terremoto, el borde del abismo, etc.

En una semana tenemos cumbre europea, así que ahora estamos en el pico alto, la lucecilla al final del túnel, la última (y van...) oportunidad de salvar el euro, el momento de los líderes llamados a hacer historia. Es decir, preparando el ánimo para el batacazo posterior, cuando la Europa maniaco-depresiva vuelva a ser incapaz de levantarse de la cama. De hecho, la bipolaridad se va desequilibrando, pues los momentos de euforia son cada vez más breves e increíbles, y las temporadas de bajón más prolongadas y profundas, hasta que acabemos por quedarnos a vivir en la depresión.

Tampoco los demás ayudan, ya que insisten en recordarnos que la vida es un asco, que es lo peor que le puedes decir a un depresivo: estos días sabemos de empresas que ya hacen simulaciones con escenarios sin moneda única, de vuelta a las divisas nacionales. Hay hasta quien teme que Europa, con tanto bajón, tenga tendencias suicidas. Va a ser por eso que insistimos en las mismas políticas fracasadas.

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